Egipto, qué visitar en el país milenario
Egipto es un país árabe ubicado en el noroeste de África y uno de los destinos exóticos más visitados del mundo. Además del Egipto moderno, lo que se visita es el patrimonio de las culturas antiguas que se desarrollaron en este territorio, el Egipto Milenario.
Egipto es un país enorme, de un millón de km2. Sin embargo, solo el 4 por ciento está habitado y cultivado. Toda la población está ligada al río Nilo. A ambos lados del Nilo, hay dos desiertos. Al oeste el desierto de Libia y al este, el desierto Arábigo. El límite este del país está dado por el mar Rojo. Al sur limita con Sudán y al oeste con Libia.
El río Nilo, la fuente de vida
El río Nilo es la columna vertebral de Egipto y la principal fuente de vida. Egipto es todo prácticamente desértico, excepto el valle del Nilo.
El Nilo es uno de los ríos más largos del mundo (6650 km de longitud). Atraviesa un gran desierto pero aun así, no se seca ya que está muy bien alimentado en sus nacientes (en el centro de África, cerca de la zona ecuatorial que es muy lluviosa). Su curso es de sur a norte y va buscando la pendiente. En los meses de verano, el lecho del río se inunda y cuando vuelve a su cauce natural, deja limo y sedimentos, lo que convierte a la zona del valle en un terreno muy fértil.
El Nilo presenta 6 saltos de agua importantes, lo que generó el aprovechamiento energético. En el sur de Egipto se construyó en los años 60 la Represa de Aswan, una de las más grandes del mundo. Al concretar el proyecto, mucho patrimonio arquitectónico iba a quedar sepultado. De ahí que la Unesco convocó a varios países para participar del rescate de los monumentos. Entre ellos, se realizó el traslado del espectacular Templo de Abu Simbel.
¿Cómo fue la historia de la ocupación en Egipto?
La ocupación de este territorio se cree que comenzó 10 mil años antes de Cristo. Hace 4 mil años se formó la primera civilización, el Bajo Egipto, en la zona donde hoy está El Cairo. La capital y ciudad más importante se denominaba Menfis. Al estar muy cerca del Mediterráneo, el pueblo sufrió la invasión de muchos pueblos. Por este motivo, se decide trasladar la capital al sur dando origen al Imperio Medio. En este lugar la capital era Tebas (hoy Luxor)
Vuelven a tener invasiones, por lo que aproximadamente en el 1500 a.c. deciden volver al norte, donde forman el Imperio Nuevo y nuevamente la capital es Menfis.
Comienzan a ser conquistados por otros pueblos como los persas y los griegos (Alejandro Magno). Así empieza la decadencia del imperio egipcio. La última dinastía de faraones que reinaron en Egipto fueron los Tolomeos, que caen bajo el dominio de los romanos. En el 100 a.c. son invadidos por Julio Cesar y Marco Antonio. Posteriormente pasan a depender del Imperio Romano de Oriente, de Bizancio por más de un siglo.
Finalmente sufren la invasión árabe (siglo VII d.c.) que se extiende por el norte de África. Los islámicos fundan la ciudad de El Cairo, una ciudad nueva cerca de Menfis y las pirámides. Tuvieron ocupación turca en el siglo XVI y Napoleón Bonaparte en el siglo XIX. Es en esa invasión que se produce uno de los grandes hallazgos de la historia: se descubre la piedra Rosetta en uno de los brazos donde el Nilo desemboca en el Mediterráneo. Gracias a la piedra escrita en diferentes idiomas, se pudieron descifrar los jeroglíficos egipcios.
Cómo se visita Egipto
Egipto tiene dos sectores donde se concentra el patrimonio arqueológico: la zona de las pirámides de Gizah y el sur del país, donde están Luxor y Aswan. Generalmente, los pasajeros entran al país por El Cairo, la capital. El aeropuerto Internacional está en el barrio de Heliópolis, a unos 20 km al noroeste de la ciudad.
El sector de Luxor y Aswan se ubica al 1000 km al sur de la capital egipcia. La forma más común de llegar a Luxor es en avión, aunque hay un tren que cubre la distancia de Cairo a Aswan. Una vez en el sur, la forma más práctica de recorrer la zona es en crucero, desde Luxor a Aswan o viceversa. Son barcos pequeños, de no más de 3 pisos y que ofrecen estadía y pensión completa. Los cruceros duran generalmente 4 días, tres noches. Es la mejor forma ya que todos los atractivos se encuentran a la vera del río Nilo.
Qué ver en El Cairo
El Cairo requiere de dos a tres días para visitarlo. Un día se reserva a la Pirámides y a la Esfinge en la zona de Giza. Ahora se suma el Museo Egipcio, que antiguamente estaba en la Plaza Tahrir o Plaza de la Liberación, en el centro de la ciudad. Es la excursión imprescindible que nadie puede perderse.
Además, hay que visitar la Ciudadela de Saladino con la Mezquita de Alabastro y el Cairo histórico con la Mezquita de Al-Azhar y el emblemático Bazar de Khan El Kalili. No te pierdas la excursión al barrio copto, recorre la plaza Tahrir y sus edificios emblemáticos para ver el Cairo moderno.
Qué ver en el sur: Luxor y Aswan
Luxor es el punto de partida de los cruceros que recorren el Nilo hasta Aswan. Luxor es una ciudad construida sobre la antigua Tebas, la capital de los faraones sobre la orilla oriental del río Nilo. En Luxor se visitan los espectaculares templos de Luxor y Karnak, ambos en honor al dios Amón. No te pierdas el espectáculo de luz y sonido que se realiza en el templo de Karnak.
Frente a Luxor, en la orilla occidental del rio, se visitan las grandes necrópolis, el lugar donde enterraban a los faraones. Se recorre el Valle de los reyes, el Valle de las reinas y el espectacular Templo funerario de la Reina Hatchepsut. En mi opinión, el lugar más bello del sur del Nilo.
En Aswan, se puede visitar la famosa represa, las canteras con el obelisco inacabado, los templos de Filae y de Kom Ombo. Lo más bonito es caminar por la orilla del Nilo y navegar en faluca, los típicos barcos a vela. Además de navegar por el Nilo milenario se cruza a conocer a los nubios, el pueblo de raza negra, descendientes de los antiguos egipcios del valle del Nilo. Se recorre su pueblo de casas coloridas y se conocen sus costumbres.
Desde Aswan, visitar Abu Simbel
Abu Simbel es la joya de Egipto y está ubicado a 297 km de Aswan. Aunque la excursión es larga y cansadora, estos templos espectaculares valen la pena. Se puede ir en avión o por tierra a través del desierto. Hay un centro de interpretación al llegar y se visitan los templos en medio del desierto. No hay nada más en sus alrededores. Solo el silencio y la grandeza de los templos de Ramsés y su esposa Nefertari.