
Joyas ocultas de Europa para evitar las multitudes: ciudades pequeñas, grandes experiencias
Joyas ocultas de Europa: 7 ciudades pequeñas y mágicas para explorar. En una Europa cada vez más saturada por el turismo, muchos viajeros buscan alternativas a los destinos clásicos. Lejos de las multitudes de Venecia, Barcelona o París, existen pequeñas ciudades y pueblos encantadores donde la historia, la belleza y la autenticidad permanecen intactas. A continuación, una selección de siete joyas ocultas de Europa y qué hacer en cada una de ellas.
1. Albarracín, España
Enclavado en las montañas de Aragón, Albarracín parece detenido en el tiempo. Sus murallas medievales, callejuelas empedradas y casas rojizas ofrecen una postal de otro siglo. Situado a 281 km de Madrid y a 113 de Cuenca, es uno de los pueblos más pintorescos de España.
Qué hacer:
- Recorrer el casco antiguo y sus miradores
- Visitar el Castillo de Albarracín y la Catedral
- Caminar por el sendero fluvial del río Guadalaviar
- Probar platos locales como el ternasco y la trufa
- Atravesar el Portal de la Medina y ver la Casa de la Julianeta del siglo XIV
2. Český Krumlov, Chequia
Este pueblo de cuento, Patrimonio de la Humanidad, está atravesado por el río Moldava y coronado por un castillo espectacular.
Qué hacer:
- Subir a la torre del castillo para una vista panorámica
- Pasear por el barrio de Latrán y sus tiendas artesanales
- Navegar en balsa por el Moldava
- Asistir a una función en su teatro barroco

3. Annecy, Francia
Conocida como «la Venecia de los Alpes», Annecy, un pueblo andino en el sureste de Francia, combina lagos, canales y montañas. Su centro histórico es una joya de calles adoquinadas y fachadas de colores.
Qué hacer:
- Alquilar una bicicleta y bordear el lago Annecy
- Explorar el Palais de l’Isle y el Castillo de Annecy
- Disfrutar de un picnic en los Jardines de Europa
- Comer una tartiflette o fondue saboyana
4. Giethoorn, Países Bajos
Este hermoso pueblo ubicado a 117 km de Ámsterdam no tiene calles pavimentadas y está surcado por canales y pequeños puentes. La mayoría de los desplazamientos se hacen en barco.
Qué hacer:
- Alquilar una canoa y recorrer los canales
- Visitar el museo ‘t Olde Maat Uus para conocer la vida rural holandesa
- Pasear en bici por la reserva natural Weerribben-Wieden
- Probar quesos locales en una tienda familiar

5. Kotor, Montenegro
Sobre la costa adriática de Montenegro y rodeada de murallas y montes abruptos, esta ciudad única combina historia medieval con paisajes de fiordos.
Qué hacer:
- Subir al Castillo de San Giovanni al amanecer
- Perderse en el casco antiguo, lleno de iglesias y plazas
- Tomar un barco a la isla de Nuestra Señora de las Rocas
- Comer pescado fresco en la costa
6. Piran, Eslovenia
Ubicada sobre el mar Adriático, esta ciudad conserva la herencia veneciana en su arquitectura, con fachadas de tonos pastel y callejones estrechos.
Qué hacer:
- Subir al campanario de la Iglesia de San Jorge
- Caminar por la muralla medieval para ver el atardecer
- Tomar algo en la Plaza Tartini
- Degustar mariscos y vinos locales

7. Gjirokastër, Albania
Llamada «la ciudad de piedra», Gjirokastër (Gjirokastra) está a 200 km al sur de Tirana, capital de Albania. Fue construida sobre una colina y es famosa por su arquitectura otomana.
Qué hacer:
- Visitar el Castillo de Gjirokastër y su museo militar
- Conocer la casa natal de Enver Hoxha
- Caminar por el bazar antiguo
- Probar platos tradicionales como el qifqi (bolas de arroz con hierbas)
Viajar fuera del circuito habitual puede significar descubrir el alma verdadera de Europa. Estas pequeñas ciudades ofrecen todo lo que el viajero busca: historia viva, paisajes inolvidables y una bienvenida que no se siente invadida por las masas. Una invitación a explorar a un ritmo más humano, más profundo, más auténtico.