Castillo San Felipe de Barajas en Cartagena de Indias

El Castillo de San Felipe de Barajas es una visita ineludible en la bella ciudad de Cartagena de Indias.

Ha sido declarado bien de interés cultural (BIC) y forma parte del conjunto patrimonial que la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad. Se ubica en la cima del Cerro San Lázaro, cerca de la ciudad amurallada, y se puede llegar fácilmente en taxi o en una excursión organizada. Por lo general, los city tour lo incluyen al final de la visita.

Si decide ir por su cuenta, se pueden contratar visitas guiadas en la taquilla.

Si va en coche, el Castillo cuenta con estacionamiento.

Un Castillo con mucha historia

Época colonial

La Corona española comenzó las tareas de fortificación de Cartagena en la segunda mitad del siglo XVI, momento en que se erigieron los primeros fuertes, trincheras, fosos y empalizadas.

En Cartagena, el Cerro San Lázaro, que dominaba la ciudad, se hallaba sin defensa.

En 1656 y temiendo un posible ataque inglés, el gobernador Pedro Zapata inició la construcción del Fuerte de San Felipe, a cargo del ingeniero holandés Ricardo Carr.  La primera etapa terminó en 1657 con el Bonete, llamado así por su forma de gorro.

Se le llamó San Felipe de Barajas en honor al rey Felipe IV de España y a los antepasados del gobernador, los Condes de Barajas.

En 1697, los franceses al mando del almirante Jean-Bernard Desjeans, Barón de Pointis. atacaron Cartagena. En este ataque, el Castillo sufrió grandes daños y debió ser reforzado.

Posteriormente en 1741, los ingleses, al mando del almirante Edward Vernon, que venía de triunfar en Portobelo (actual Panamá) atacaron al ciudad. Cartagena se defendió desde el Castillo y los ingleses fueron derrotados.

Luego la Corona, previendo nuevas confrontaciones, emprendió el refuerzo de las fortificaciones de la ciudad a cargo del gran ingeniero Antonio de Arévalo, quien decidió reforzar el cerro en cuya cúspide se hallaba el fuerte San Felipe.

Así, entre 1762 y 1769 se construyeron las baterías colaterales de La Redención, La Cruz, El Hornabeque, San Carlos y Los Apóstoles, Santa Bárbara y San Lázaro, con capacidad para 62 cañones, así como rampas, aljibes, garitas y todo un complejo sistema de túneles preparados con explosivos en el caso que el enemigo osara subir, lo que nunca fue puesto a prueba porque el ataque de los ingleses sería el último de los intentos de toma de Cartagena por parte de las potencias extranjeras.

Cartagena independiente

Cuando Cartagena se independiza de la Corona española, las fortificaciones, incluido el Castillo, cayeron en el abandono y fueron invadidas por la maleza.

Después de estar en manos privadas, el Gobierno las recupera en 1887.

Se comienza una restauración del castillo a cargo de la Sociedad de Mejoras Públicas de Cartagena quien se ocupa de la custodia, administración y conservación de todos los monumentos militares.

En el año 2012, el Ministerio de Cultura designa a la Escuela Taller de Cartagena de Indias (ETCAR) como responsable de la protección, restauración, conservación y puesta en valor de las fortificaciones de la ciudad. El mantenimiento es autosostenible, se realiza íntegramente con lo aportado por los visitantes a su ingreso a las fortalezas.

Qué hay que tener en cuenta para visitar el Castillo

El castillo abre todos los días de 8.00 a.m. a 6.00 p.m.

La taquilla permanece abierta hasta las 6 y la evacuación de los visitantes se realiza a las 6.45 p.m.

La toma de fotos está permitida en todas las secciones del castillo.

En la zona del Bonete, hay una tienda de bebidas y comestibles, y un baño.

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