San Antonio de Areco

San Antonio de Areco, la ciudad de la tradición

San Antonio de Areco, la ciudad de la tradición. Se ubica a sólo 113 km de la Ciudad de Buenos Aires y es el lugar ideal para una escapada por el día o de fin de semana. Areco es el pueblo donde mejor se conservan las tradiciones gauchescas y por eso ha sido elegida como la capital de la tradición.

Todos los años en el mes de noviembre se realiza la fiesta de la tradición, momento en el que el pueblo se viste de fiesta. En el predio del Museo Guiraldes se realiza este gran evento que incluye domas, desfiles de caballos, fogones y mucho baile y música. Vienen gauchos de todo el país y los arequeros los reciben con alegría.

La ciudad se encuentra a orillas del Arroyo Areco, en plena pampa bonaerense. El nombre del río que le da también el nombre a la ciudad viene de un militar de apellido Areco, que ganó un combate contra los indios en este arroyo. Otra versión de los historiadores es que en sus orillas crecía la “areca”, una especie de palma. Al nombre de Areco, se sumó el de San Antonio de Padua, patrono de la ciudad.

Plaza Arellano de San Antonio de Areco
Plaza Arellano

Cómo llegar

Para llegar a San Antonio de Areco desde Buenos Aires el camino más rápido y seguro es tomar la Panamericana (Ruta Nacional N° 9) y en la segunda bifurcación doblar por el Acceso Norte (sobre el lado izquierdo) hasta la localidad de Pilar donde se debe tomar la Ruta Nacional Nº 8 hasta el destino deseado.

Otra opción es transitar la Ruta Nacional Nº 8 directamente desde el partido de General San Martín (pasando por las localidades de San Miguel y José C. Paz) pero es necesario hacerlo con precaución ya que en ese tramo la mencionada ruta no se encuentra en óptimas condiciones.

Qué hacer en Areco

Además de ser la cuna de las tradiciones, Areco es un pueblo encantador con sus calles adoquinadas, arboledas, casonas antiguas convertidas en restaurantes y tiendas de artesanías. Caminar por sus calles es un placer y sentarse en sus restaurantes a probar el asado es una experiencia obligada para hacer en este pintoresco pueblo de gauchos.

Recorrer el casco histórico

Comenzamos nuestro recorrido por la plaza Arellano, que lleva el nombre del fundador, quien inició el poblado allá por 1730. Ahí veremos la iglesia San Antonio de Padua. Esta iglesia está también relacionada con el nombre de la ciudad.

La historia comienza con los primeros asentamientos de jesuitas durante el siglo XVII a orillas del actual río Areco. Una pequeña aldea comenzó a tomar forma, pero el choque entre indígenas y españoles fue inevitable. En 1714, un gran malón de querandíes asoló la región. Los colonos, para librarse de ellos, prometieron construir una capilla bajo la advocación de San Antonio de Padua. Concedida la gracia, los hispano-criollos cosntruyeron la iglesia.

Vista a la plaza desde la iglesia
Vista a la plaza Arellano desde la iglesia

Al lado de la iglesia, el Palacio Municipal, de líneas renacentistas y declarado Monumento Histórico Nacional. También verás comercios de artículos regionales (platería, hierro, cuero y asta), restaurantes, pulperías y bares que colocan sus mesitas afuera.

Visitar algún museo

Los museos de Areco son varios y muy interesantes. Si vienes por el día no te puedes perder el Museo Gauchesco Ricardo Guiraldes, donde el famoso escritor redactó su célebre “Don Segundo Sombra”. Este museo guarda un rico patrimonio relacionado con los usos y costumbres de los gauchos y la representación de una pulpería de la primera mitad del siglo XIX.

El Museo Las Lilas (cerrado en enero) abarca la obra del pintor Molina Campos, que con sus particulares caricaturas, retrató al gaucho como nadie.

Museo Las Lilas, San Antonio de Areco
Museo Las Lilas

Si tienes más tiempo puedes visitar el Museo Usina Vieja, que en una antigua usina del 1900 alberga el Museo de la ciudad. Una gran colección de objetos de los habitantes de Areco a través de los siglos.

Si te gusta la orfebrería, visita el Museo Taller de Platería Draghi, que muestra una colección privada de platería del siglo XIX.

Alojarse en alguna estancia

Además de los hoteles del centro histórico, hay diversas estancias en los alrededores de Areco que ofrecen la paz del campo, piscina y actividades como cabalgatas, polo o caminatas. Las más afamada, perteneciente a la exclusiva cadena Relais & Châteaux es La Bamba. Hay otras para presupuestos más reducidos como La Cinacina (única dentro de la ciudad), o el Ombú de Areco.

Estancia La Cinacina, en el corazón de Areco
Estancia La Cinacina

Conocer el río Areco

Él río Areco es el punto de encuentro de los arequeros. Allí se reúnen a hacer picnic, bañarse en verano y a practicar la pesca deportiva. La avenida que bordea el río tiene variados restaurantes que ofrecen carne de vaca y cordero al asador. Muchas parrilladas ofrecen menú fijo con empanadas, asado y postre.

En el río se encuentra uno de los atractivos de San Antonio de Areco que es el Puente Viejo. Este antiguo puente rosado data de 1857 y es uno de los primeros construidos en el país. Por eso, es Monumento Histórico Nacional.

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