Me dijeron que estaba loca por visitar Buenos Aires en un día, pero así lo hice y fue genial
Buenos Aires en un día: cuando le conté a mis amigos que planeaba recorrer Buenos Aires en un solo día, no faltó quien me dijera que estaba loca. “¡Es imposible abarcar tanto en tan poco tiempo!”, me advirtieron. Pero decidí tomar el desafío como una aventura y, al final, resultó una experiencia inolvidable. Aquí te comparto mi itinerario exprés, ideal para quienes tienen solo 24 horas en Buenos Aires y muchas ganas de disfrutar de la vibrante capital argentina.
Buenos Aires en un día: mañana en el corazón histórico y los imperdibles
Obelisco y Avenida 9 de Julio
Comencé mi recorrido temprano en el Obelisco, el icónico monumento en la intersección de la Avenida 9 de Julio. Para la mejor foto hay que subirse a la escalera de la Diagonal Norte, copia de la que hay en el Times Square de Manhattan. Luego bajé y me saqué foto en las letras BA, el jardín vertical con vistas al obelisco. Es el lugar perfecto para sentir el pulso de la ciudad.
Plaza de Mayo y alrededores
Desde allí, caminé por la Diagonal Norte hasta la histórica Plaza de Mayo, rodeada de edificios emblemáticos como la Casa Rosada, el Cabildo y la Catedral Metropolitana. Este lugar es testigo de los eventos más importantes de la historia argentina y te transporta al pasado con solo pisarlo. Entré a la catedral para ver el mausoleo del General San Martín, el máximo héroe de la independencia.
San Telmo y la calle Defensa
Un taxi me llevó rápidamente a San Telmo, el barrio más bohemio de la ciudad. (Si no puedes caminar 10 cuadras por la calle Defensa hasta llegar al Mercado) Recorrí la calle Defensa, llena de tiendas de antigüedades, arte callejero y un ambiente que mezcla lo nostálgico con lo contemporáneo. Exploré el Mercado de San Telmo, antiguo mercado de frutas y verduras, hoy polo gastronómico. Llegué hasta la Plaza Dorrego, donde se hace la famosa feria de antigüedades los domingos. Igualmente todos los días hay ambiente, artistas callejeros, bailarines de tango, etc.
La Boca y Caminito
De ahí, tomé otro taxi a La Boca, famoso por sus casas coloridas y su rica historia de inmigrantes, fútbol y tango. Este rincón vibrante es un festín para los sentidos, con su música, arte al aire libre y una energía única. Recorre los 100 metros de la mítica calle Caminito, que es un museo de esculturas al aire libre. Si ya tienes hambre puedes tentarte con alguna empanada o choripán (Sándwich de chorizo), ambos platos típicos argentinos.
Buenos Aires en un día: Un respiro en la elegancia de Recoleta
Después de un recorrido tan intenso, era hora de relajarme. Me dirigí al barrio de Recoleta, conocido por su sofisticación y su historia. Le pedí al taxi que me dejara en la Floralis Genérica, el monumento metálico más famoso de la ciudad. De ahí caminé hacia la plaza Torcuato de Alvear (epicentro de Recoleta, donde está su famoso cementerio). Paseé por sus calles arboladas admirando la Facultad de Derecho y el Museo de Bellas Artes hasta llegar a la plaza donde está el antiguo convento de los recoletos (hoy centro cultural), la Iglesia del Pilar y el Cementerio de la Recoleta.
Té en La Biela
Para recargar energías, me detuve en La Biela, un icónico café de Buenos Aires en la misma plaza con vistas a la Iglesia del Pilar . Disfrutar un té acompañado de una medialuna fue el toque perfecto para recobrar fuerzas. https://www.instagram.com/labielacafe/
Buenos Aires en un día: Tardecita en Puerto Madero, la ciudad moderna
Puente de la Mujer
Ya entrada la tarde, decidí cerrar mi día en Puerto Madero, el barrio más moderno de la ciudad. El atardecer sobre el Puente de la Mujer me regaló una vista inolvidable, con los rascacielos y el río de fondo.
Cena en Puerto Madero
Para culminar, disfruté una deliciosa cena en uno de los restaurantes junto al agua. Aquí, la gastronomía porteña se mezcla con un ambiente sofisticado, ideal para terminar un día redondo.
Sí, visitar Buenos Aires en un día puede parecer una locura, pero con un buen plan y la actitud correcta, es totalmente posible. Me fui con el corazón lleno, los pies cansados y una sonrisa que aún no se borra. Si tú también tienes poco tiempo en la ciudad, ¡atrévete! Te prometo que no te arrepentirás.
¿Qué opinas? ¿Te animarías a seguir este itinerario relámpago?