Ballena Franca, la reina de la Península Valdés, Argentina
La ballena franca austral es la reina de la Península Valdés en Argentina donde convive con lobos marinos, orcas y pingüinos de Magallanes. Una riquísima fauna marina lo espera si visita la península Valdés, en la provincia de Chubut, en la Patagonia argentina.
La Península Valdés es una gran plataforma de tierra árida y pedregosa, de paisaje desértico y salvaje, unida al continente por un itsmo que divide los golfos Nuevo y San José. Al borde del mar Argentino, profundamente azul, se agrupa una increíble y variada fauna marina que convive en libertad con una rica avifauna. Este reino de animales es una Reserva Natural protegida.
Península Valdés, Patrimonio Natural de la Humanidad
La Península Valdés fue declarada en 1999 Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO y hoy es una de las zonas naturales más importantes de Argentina y de Sudamérica. Es una reserva de 360.000 hectáreas de incalculable valor ecológico y científico. En pocos lugares del mundo se da la posibilidad de observar en su hábitat natural tanta cantidad de especies: ballenas, lobos marinos, elefantes marinos, pingüinos, aves y orcas.
Cómo llegar a la Península Valdés
La ciudad base ideal para visitar la Península Valdés es Puerto Madryn, que cuenta con variada oferta hotelera y de servicios para recibir a los turistas. Puerto Madryn se ubica a 1300 kilómetros de Buenos Aires por la ruta nacional número tres. Se puede acceder por vía aérea también.
Desde Puerto Madryn se accede por tierra al itsmo Carlos Ameghino por la ruta provincial 2 hasta llegara Puerto Pirámides. Ese trayecto de aproximadamente una hora ya impacta al visitante. El paisaje en el itsmo es increíble, el agua flanquea los dos costados de la ruta y escolta a los visitantes para entrar a la península. Mientras se pueden escuchar los graznidos de las aves que anidan en la isla de los pájaros y parecen dar la bienvenida al lugar.
Puerto Pirámides, el mejor lugar para avistar a la ballena franca
Puerto Pirámides es la única zona urbanizada de la península y el lugar privilegiado para observar a las ballenas. Este pequeño pueblito es una ventana al mar, ya que sobre sus acantilados se observa la inmensidad del Atlántico. Sin dudas, un palco privilegiado para observar la naturaleza en todo su esplendor y uno de los espectáculos visuales más bellos del planeta.
Desde sus costas parten a diario varias embarcaciones que permiten el avistamiento de la ballena franca austral en una experiencia única e irrepetible.
Ballena Franca Austral, la gran protagonista
La Ballena Franca Austral fue declarada Monumento Natural, llega a medir 15 metros de largo y pesa entre 40 y 60 toneladas. Estos hermosos gigantes marinos poseen un cuerpo curvado, gris o negro. Tienen en su lomo irregularidades de color blanco que son parásitos que forman dibujos y permiten a los biólogos identificar a los ejemplares.
En la actualidad, se contabilizan 3.000 ejemplares en todo el mundo. Más de 800 se acercan cada año a estas latitudes y permanecen desde el mes de junio hasta mediados de diciembre para aparearse y dar a luz a sus crías, que viven sus primeros meses en las costas de la península. Los mejores meses para avistarlas son septiembre y octubre que es cuando se da la mayor concentración de ejemplares. Miles de visitantes acuden a vivir esta experiencia grandiosa de acercarse a las ballenas. Es maravilloso poder ver su cortejo de apareamiento, en el que saltan, muestran la cola y hacen ruidos. Las ballenas pueden zambullirse pero deben salir a la superficie a respirar. En ese momento, por el frío de la atmósfera, sale un vapor de agua muy característico, como un chorrito de agua que les sale de la cabeza.
Las embarcaciones parten del puerto y se aproximan a pocos metros de las ballenas para que los visitantes puedan observar de cerca la grandeza de este mamífero marino. Se apaga el motor del barco para no molestarlo y poder apreciarlo en toda su belleza. Las ballenas son curiosas y se acercan a ver qué pasa. Momento mágico e imperdible que guardan los visitantes para siempre.