Jerusalén, qué ver en la bella Ciudad Santa
Jerusalén, qué ver en la bella Ciudad Santa te ayudará a planear tu visita a la capital de Israel. Jerusalén es la ciudad de todos. Ninguna ciudad es tan suya como mía y de todos como lo es Jerusalén. Recorriendo sus callejuelas uno se siente como en casa por que Jerusalén tiene un poco de todos. En su gente, en su historia, en sus construcciones, en su cultura y por supuesto, en lo religioso.
Apenas llegar, se siente una sensación de pertenencia y se disfruta el encanto de esta ciudad que es conjunción de Oriente con Occidente. Muchos colores, sabores y olores. Una ciudad con vibrante vida cultural, que es una síntesis de lo nuevo y lo viejo.
Jerusalén es la metrópolis más grande de Israel y su ciudad capital. Además, es el polo turístico más importante del país. Es donde están los sitios que atraen a gente de las tres religiones monoteístas, los principales centros culturales y los museos más importantes.
Además, es el centro geográfico de Israel, lo que la convierte en el punto de operaciones para visitar otros atractivos como Belén, el Mar Muerto, Masada, Jericó o el desierto de Judea.
Qué hacer en Jerusalén
Seguir los pasos de Cristo en el vía crucis
El vía crucis o vía dolorosa es la ruta que recorrió Jesús cargando la cruz hacia la Crucifixión. Se pueden recorrer las 14 estaciones marcadas con paneles de hierro y en algunos puntos se construyeron pequeñas capillas.
El itinerario comienza en el Pretorio donde Jesús fue interrogado y condenado por Poncio Pilato. En otras estaciones se conmemoran las caídas de Jesús, el encuentro con su madre, el momento en que una mujer le limpia el rostro o el encuentro con las mujeres piadosas.
Las últimas estaciones se encuentran dentro de la Iglesia del Santo Sepulcro, donde Jesús fue crucificado, donde murió, donde fue bajado y sepultado.
Entrar al Santo Sepulcro
La iglesia del Santo Sepulcro es el edificio más sagrado del Cristianismo ya que fue el lugar donde se produjo la crucifixión, sepultura y resurrección de Jesús. En el interior de la Basílica se puede ver la cueva o capilla del sepulcro, donde descansó el cuerpo de Cristo después de su crucifixión.
A la entrada del templo, se guarda la piedra de la Unción donde reposó el cuerpo de Cristo. Se puede tocar. Hay cola pero merece la pena.
Rezar en el Muro de los Lamentos
El muro de las lamentaciones es el lugar sagrado del judaísmo. Era el muro de contención y único vestigio que se conserva del Templo de Jerusalén, destruido por los romanos en el siglo I. Según la religión, los judíos no pueden entrar al Monte del Templo y este trozo del muro es el punto accesible más cerca del lugar sagrado, por eso se lo eligió para ser el lugar para los rezos y ceremonias.
La zona del muro está dividida en dos partes, una para las mujeres y otra para los hombres. Para acercarte al muro, debes pasar por un control de seguridad y cubrirte la cabeza con un kipá (pequeño gorrito que usan los judíos) si eres hombre o llevar ropa recatada si eres mujer. Hay kipás descartables si no tienes uno.
Si vas los viernes es el sabbat, el día sagrado para el judaísmo. Los judíos acuden en masa al muro a orar. Es una escena única.
Apreciar la Cúpula de la Roca en la Explanada de las Mezquitas
Frente al Muro de los Lamentos, se encuentra la Explanada de las Mezquitas donde se pueden ver la Mezquita Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca con su característica cúpula dorada. De planta hexagonal, es la más bella arquitectura árabe de la ciudad, construida en los años 690. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es un símbolo de Jerusalén.
Subir al Monte de los Olivos
En las afueras de la ciudad vieja, el Monte de los Olivos es otro de los lugares sagrados que hay que visitar. Aquí se pueden ver los jardines de Getsemaní, donde Jesús rezaba habitualmente. Hay un cementerio judío con más de 100.000 tumbas y es el lugar donde, según la Biblia, los Judíos deben ser enterrados para ser redimidos por Dios al final de los tiempos.
Vale la pena subir además porque desde ahí se tiene una fantástica vista panorámica de la ciudad.
Recorrer sus murallas
La ciudad vieja de Jerusalén está amurallada. Para ingresar, debes hacerlo por alguna de las 7 puertas. La puerta de Jaffa, al lado de la Torre de David, te lleva a dos circuitos que puedes hacer caminando sobre las murallas. Estos recorridos te permitirán llegar a otras puertas y tener vistas privilegiadas de la ciudad vieja. En la Puerta de Damasco se puede asistir a un mercado callejero muy bonito.