El Foro romano, la mejor guía para visitarlo
El foro romano, la mejor guía para visitar uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo. Bienvenidos a la Roma eterna.
Roma es un lugar fascinante, lleno de historias y leyendas para descifrar. Se fundó en el año 753 a.C. en la colina del Palatino y llegó a ser una gran sociedad organizada que se convirtió en uno de los mayores imperios de la historia. El derecho romano, la ingeniería civil y la arquitectura son sus grandes legados a la humanidad.
Situado a los pies de la colina Palatina, el foro era el corazón de la vida de la antigua Roma. Era el lugar donde se desarrollaba toda la vida ciudadana, el comercio, la justicia, la vida social y el culto a los dioses.
Originalmente este lugar era una zona pantanosa que fue drenada por los tarquinos mediante la construcción de la cloaca máxima. La zona donde estaba el foro romano sufrió muchas transformaciones, desde la edad arcaica hasta la época imperial. Pasó por muchas intervenciones urbanísticas y de muchos de sus edificios hoy solo podemos ver ruinas. Aun así, al recorrerlo, podemos imaginar la magnificencia que tuvo este lugar en la antigüedad.
Cómo visitar el Foro romano
Son muchas las construcciones del foro. Te mostramos una guía de las edificaciones más importantes que no debes perderte cuando visites el foro romano:
Basílica de Majencio
Fue el monumento pagano más grande e importante de la era imperial. Se construyó en el año 306 d.C. bajo el mandato de emperador Majencio y las obras duraron 6 años, por lo que la obra es terminada por Constantino.
Hoy se conserva la tercera parte de sus dimensiones originales. Sigue en pie la pared norte que nos da una idea de la magnificencia de las obras romanas. La basílica de Majencio se tomó como ejemplo para la construcción de las futuras basílicas cristinas. Es curioso porque, si bien hoy en día, la palabra basílica se utiliza para denominar a las iglesias de mayor importancia, en la época romana las basílicas no eran iglesias sino lugares donde se impartía justicia y se realizaban intercambios económicos.
Templo de Rómulo
Cerca de la basílica de Majencio, el templo Rómulo es uno de los mejores conservados del foro romano. Su nombre no recuerda al fundador de Roma sino al hijo pequeño de Majencio (emperador romano del 306 al 312 d.C.). Al morir Valerio Rómulo, fue divinizado y se levantó el templo en su honor.
Es de planta circular y conserva una espléndida puerta realizada en bronce y flanqueada por dos columnas en pórfido, travertino y mármol. En el siglo VI, el edifico fue integrado dentro de la construcción de la iglesia de los santos Cosme y Damián.
Templo de Antonino y Faustina
El Templo de Antonino y Faustina es uno de los mejores conservados del Foro. Tiene la típica tipología romana de construcción, con el podio y la escalinata para acceder al templo. La fachada consta de columnas corintias. El friso tiene motivos vegetales y el arquitrabe tiene una inscripción dedicada a Faustina y a Antonino.
Fue construido en el 141 d.C. por el emperador Antonino Pío en honor a su esposa fallecida. En el siglo XI, se convirtió en la iglesia cristiana de San Lorenzo y Miranda, por eso su estado de conservación es excelente. Posteriormente el templo fue transformado, por lo que hoy podemos ver una fachada barroca del siglo XVII.
Templo de Vesta
El templo de Vesta y la casa de las vírgenes vestales era el centro del culto de la ciudad. Hasta la llegada del cristianismo, los romanos rendían culto a los 12 dioses paganos que vivían en el Olimpo.
Este edificio es uno de los más antiguos de Roma. Era la residencia de las vírgenes vestales, las sacerdotisas que velaban por el fuego sagrado de Vesta, la diosa romana del hogar. Este fuego se guardaba y garantizaba la supervivencia del estado romano. El fuego nunca debía apagarse, era un símbolo de felicidad y buenos augurios.
A pesar de sufrir reconstrucciones, siempre se conservó su fachada de columnas y su planta circular. El templo está sobre un podio de unos 15 metros de diámetro y la cella, pequeña sala sagrada donde se conservaba el fuego, estaba rodeada por 20 columnas corintias. El techo era cónico y tenia una abertura para la salida del humo.
Basílica Emilia
Edificada en el año 179 a.C., fue reconstruida en varias ocasiones. Hoy solo se pueden ver las bases de sus columnas. Era un edificio de planta rectangular, dividido en naves por hileras de columnas. Sus funciones fueron múltiples, mercado, administración de justicia y lugar de reunión de los ciudadanos cuando el clima no permitía hacerlo al aire libre.
La Curia Julia
La Curia era la sede del senado, tanto en las etapas de la monarquía como en la República. Es una construcción de planta rectangular con gradas en su interior donde se ubicaban los senadores. En el lado corto, opuesto a la entrada, estaba el podium del presidente y una estatua de una victoria esculpida. El pavimento, el podio y la estatua son originales del siglo IV.
Su nombre se debe a que fue Julio César quien comenzó su construcción. El emperador Cayo Julio César vivió entre los años 100 y 44 a.C. durante la República romana y fue el padre adoptivo del gran emperador Augusto.
Augusto fue quien terminó la construcción de la Curia. Este edificio se conservó muy bien gracias a su transformación en la iglesia de San Adrián. Hoy solo se ve el ladrillo ya que los mármoles que cubrían el exterior han desaparecido.
Arco de Tito
Este imponente arco es uno de los dos, junto con el de Septimio Severo, que quedan intactos en el foro romano. Era costumbre de los romanos levantar arcos para conmemorar las victorias de Roma. En este caso, se construyó en honor al emperador Tito por su victoria sobre Jerusalén. En el arco se ve una imagen de Tito con su cuádriga en el momento que entra triunfante a Roma.
Arco de Septimio Severo
Es el arco más hermoso de todos los arcos romanos. Se construyó en el 203 d.C. para conmemorar la victoria de Septimio Severo y sus hijos en el oriente próximo. Está cubierto de mármol y consta de un arco principal y dos arcos pequeños. Las fachadas están ricamente decoradas por columnas y bajorrelieves. Antiguamente una cuádriga conducida por Septimio Severo y sus hijos coronaba el arco. En la parte superior hay una dedicatoria a Septimio Severo y su hijo Caracalla, pero falta la de su hermano. A la muerte del padre, Caracalla mató a su hermano Geta, su rival en la lucha por el poder y ordenó borrar su nombre del arco.
Columna de Foras
Hoy se levanta sola como un punto de referencia del foro, en el mismo lugar donde fuera construida. Fue erigida en honor al emperador bizantino Focas a principios del siglo VII d.C. Es considerada la última incorporación al foro romano. Es de estilo corintio y mide más de 13 metros desde su pedestal de mármol blanco. Coronaba la columna una estatua de Focas que fue luego destruida cuando el emperador fue capturado y asesinado. Luego fue reciclado para sostener una estatua del emperador Dioclesiano.
Templo de Cástor y Pollux
Del templo solo quedan tres elegantes columnas. El templo se construyó en honor a los dos gemelos que, según cuenta el mito, condujeron a Roma a la victoria en la batalla del lago Regilo contra los tarquinos y los latinos.
Templo de Saturno
Del Templo de Saturno, Dios de la agricultura y la cosecha, quedan 8 imponentes columnas jónicas de granito egipcio y fuste liso. Es uno de los más antiguos del foro ya que data de aproximadamente el 497 a.C.
Este templo tenia como función principal guardar el tesoro romano, que incluía oro, plata, las insignias y los archivos estatales. Según la historia, albergaba una gran estatua de Saturno y era el lugar donde se realizaban las fiestas saturnalias cada 17 de diciembre.
Por ser el lugar del tesoro se lo llamaba también “Aerarium” (erario). Las actuales ruinas corresponden a la reconstrucción luego del incendio del año 283. Quedan hoy los restos del pórtico con sus 8 columnas y el frontón intacto con la inscripción que dice: “El senado y el pueblo de roma restauró lo que el fuego había consumido”.
Espero que nuestro recorrido por el Foro y sus construcciones más sobresalientes te ayuden a planear tu próximo viaje a Roma.
