La Escondida de la Patagonia, un lugar de ensueño
La Escondida de la Patagonia, un lugar de ensueño en Villa La Angostura, Provincia de Neuquén, Argentina, ideal para disfrutar de la inmensidad del paisaje patagónico.
Un paraíso donde disfrutar de la naturaleza pura, una casa cálida donde respirar paz y armonía, sentir de las montañas, el sonido de los pájaros y el crujido de las hojas.
Cómo llegar
La Escondida se ubica en Puerto Manzano, a 7 km de Villa La Angostura por la RN (ruta nacional) 231 viniendo de Bariloche.
Viniendo de Buenos Aires en auto, tomar las RN 3, 22, 237, 231 (Por Bahía Blanca) y las RN 5, 35, 151, 22, 237 y 231 (Por Santa Rosa)
Desde Neuquén capital, por RN 22, 237 y 231.
En avión, se puede llegar al Aeropuerto Internacional San Carlos de Bariloche Teniente Luis Candelaria y luego 83 km por la RN 231.
La casa, un refugio único en la Patagonia
La Casa está situada a orillas del lago Nahuel Huapi, rodeada de montañas, playa propia y más de 100 hectáreas de jardines. Su decoración en madera de lenga y alerce y su hogar de piedra invitan al descanso y al relax. 14 habitaciones delicadamente decoradas donde cada detalle fue pensado para aportar el máximo nivel de confort. Cálidas, espaciosas y elegantes, todas las habitaciones tienen vistas al Nahuel Huapi. Baños luminosos y modernos, caja de seguridad, minibar y otras opciones para cumplir todas sus necesidades.
La escondida de Patagonia cuenta además con hidromasaje en las habitaciones, boutique de regalos, sala de TV, acceso a internet, playa privada y muelle propio.
Se pueden realizar paseos por el Nahuel Huapi con almuerzo gourmet en una isla desierta, turismo aventura y atardeceres al calor del fogón. Puedes también disfrutar de clases de fotografía, incluso sin conocimientos previos.
Un restaurant con historia
La Escondida cuenta con el restaurante La Delfina que brinda una cocina de sabores auténticos sobre la base de nobles materias primas. A la hora del té, ofrece panes caseros, dulces regionales y pastelería artesanal.
El restaurante está emplazado en una cabaña histórica del 1900. Perteneció a los primeros propietarios del lugar, Elberto Weeks y Ema Draksler. Ema fue la primera partera de la zona y un mujer muy querida por los lugareños.
En 2003 se construyó La Escondida y la antigua cabaña comenzó a funcionar como restaurante. Fue además declarada Patrimonio Histórico del Municipio.
La Escondida, Casa de huéspedes y spa
Luego de las actividades que ofrece La Escondida, lo espera un maravilloso spa para relajarse con únicas vistas sobre el lago Nahuel Huapi. El mismo cuenta con gimnasia, clases de yoga, sauna seco y húmedo, pileta climatizada, jacuzzi y masajes.