Avenida de Mayo, la «Gran Vía» de Buenos Aires
Les presentamos la avenida más emblemática de Buenos Aires: la Avenida de Mayo. Esta histórica avenida lo tiene todo: arquitectura, política, literatura, poesía, personajes ilustres, hoteles, cafés y teatros.
1894: apertura de la avenida de Mayo
A principios del siglo XX, Argentina era un país próspero gracias al comercio, la inversión y la inmigración. Ya para fines del 1800 era un país agroexportador. Exportaba cereales y carne y se va a convertir en el granero del mundo.
1880 fue un año bisagra para la ciudad. Se produjeron muchos cambios. La ciudad de Buenos Aires fue designada capital de la Nación Argentina y el presidente Julio Argentino Roca nombró intendente a Torcuato de Alvear. La ciudad tuvo por primera vez un intendente municipal.
Las autoridades de esa época querían transformar la gran aldea que era Buenos aires, una ciudad sucia, de calles angostas y problemas de tráfico. Querían que perdiera el perfil colonial y se convirtiera en una ciudad moderna y avanzada, imitando las ideas europeas imperantes del momento, como por ejemplo los amplios bulevares. Para eso deciden seguir el plan urbanístico que había llevado a cabo el prefecto de París, el Barón Haussmann, que, entre muchas cosas, consistía en abrir diagonales y boulevares. Con ese fin se abre la Avenida de Mayo en 1894.
La primera avenida de la ciudad
La avenida de Mayo se abre en 1894 como la primera avenida y boulevard que tuvo la ciudad y representó el cambio de aldea a metrópoli.
Se inauguró oficialmente el 9 de julio de 1894 pero tuvo un largo proceso de construcción, muy debatido y resistido pues requirió la expropiación y demolición de construcciones pertenecientes a la alta sociedad, además de considerarse sumamente costoso.
Se llamó Avenida de Mayo, en homenaje a mayo de 1810. En 1997, por decreto del Poder Ejecutivo se la declaró Lugar Histórico Nacional, lo cual implica que no se pueden alterar las fachadas de los edificios ni poner determinadas publicidades y marquesinas.
Avenida de Mayo : eje cívico y político
Desde su apertura en 1894, fue concebida como un eje cívico para unir los poderes políticos más importantes de la nación: la Casa Rosada y el Congreso Nacional.
Esta avenida fue fundamentalmente una avenida política, de manifestaciones, de protestas, de vandalismos, de cortejos fúnebres. Es el camino que recorren los mandatarios presidenciales el día de la asunción para ir del Congreso Nacional a la Casa Rosada. Es el único día que la Avenida de Mayo cambia de dirección.
Avenida de mayo: museo arquitectónico
La avenida de Mayo es además, un museo arquitectónico al aire libre. Vamos a ver muchos edificios del estilo de moda en esa época que era el academicismo francés o el gusto por lo francés. Edificios con almohadillado, cornisas y bellas mansardas coronando sus techos. Pero también veremos ejemplos de art nouveau con sus líneas curvas representando la naturaleza y también art decó con sus características formas geométricas. Y como frutilla del postre, el espectacular Palacio Barolo, con su inigualable estilo propio. Una arquitectura que combina varios estilos, razón por la cual se lo denominó estilo Palanti, recordando a su prestigioso arquitecto.
Avenida de los bares y los teatros
La realización de la avenida de Mayo se inspiró en los bulevares de París, pero fue poblada por teatros de zarzuelas y cafés similares a los de Madrid, razón por la cual se la suele comparar con la Gran Vía madrileña.
Con sólo caminar, nos damos cuenta del aire español en sus emblemáticos cafés que ofrecen chocolate con churros y platos españoles: el Café Tortoni, el Bar Español, el Bar Iberia y muchos más que ya no están.
Avenida del arte, la cultura y las letras
La avenida de Mayo fue también la avenida del progreso, de las tiendas, de la primera galería, del primer subte y también fue la avenida del arte, de la cultura y de las letras, de los clubes sociales, de las peñas literarias en las que participaron personalidades importantísimas de las letras.
La avenida estuvo, desde sus inicios, muy ligada a la literatura. Por sus calles y bares desfilaron personalidades como Federico García Lorca, hospedado en el Hotel Castelar para dirigir su obra Bodas de sangre en el Teatro Avenida. O Benito Quinquela Martín, quien presidía la peña literaria del Café Tortoni, que funcionó entre los años 1926 y 1943 y que reunió a personalidades de las letras como Jorge Luis Borges, Alfonsina Storni o Juana de Ibarbourou.
El Bar London City, uno de los bares notables más importantes de la ciudad, fue el lugar elegido por Julio Cortázar para escribir su novela «El Premio». En el edificio del número 1130/34 vivió su infancia Baldomero Fernández Moreno, el célebre poeta de «70 balcones y ninguna flor».
La avenida de los diarios
La avenida de Mayo albergó también los diarios más importantes de la época. Muy cerca de la plaza de mayo se levanta el imponente edificio del ex Diario La Prensa, de Jose C. Paz con su espectacular mansarda coronada por Atenea, la diosa de la sabiduría. Hoy pertenece al Gobierno de la Ciudad y es la Casa de la Cultura.
Del otro lado de la 9 de julio, la ex sede del Diario Crítica, un periódico emblema del periodismo, que llegó a imprimir seis sesiones diarias. Además de ser un paradigma del periodismo, se ubicaba en un edificio que hoy es una joya del art decó.
Otros diarios más pequeños convivieron con estos grandes, como el diario «El Argentino» en el número 754 de la avenida y el ex periódico «El Diario». Sin duda, la avenida de Mayo fue un pulular de hombres de política y periodistas que iban y venían entre los bares y las imprentas de los diarios.
La avenida de Mayo tiene mucho para ver, es muy interesante caminar por ella e ir descubriendo sus secretos. Un recorrido por la Avenida de Mayo te puede llevar una mañana y seguro que vale la pena. Haz una pausa y toma un café en el Bar London City para conocer la historia de Cortázar o en el Café Tortoni, un verdadero museo del devenir de Buenos Aires.
Te ofrecemos dos circuitos para conocerla profundamente. Recorrido por la Avenida de Mayo te muestra la avenida más francesa, desde la plaza de Mayo hasta la avenida 9 de julio. Y un circuito con influencia española: Recorriendo la Avenida de Mayo, que abarca desde la avenida 9 de julio hasta el Congreso de la Nación, donde finaliza la Avenida de Mayo.