Qué hacer en Cusco, recorriendo su casco histórico
Qué hacer en Cusco, el llamado ombligo del mundo por los Incas. Cusco o Cuzco fue el centro político del Tahuantisuyo, el poderoso Imperio Inca. Se la considera la “capital histórica” del país. Fue capital del Imperio Inca y una ciudad muy importante durante el Virreinato del Perú. De su pasado glorioso, Cusco guarda un valioso patrimonio arquitectónico y cultural.
Los españoles construyeron iglesias, palacios, plazas y universidades que conviven con los vestigios de la época incaica. Cuando Francisco Pizarro llegó a Cusco en 1533, quedó maravillado con las construcciones y el uso del oro. Encontró una plaza ceremonial que hoy es la Plaza de Armas de Cusco.
La planta urbana original de Cusco tiene forma de puma si se la ve desde cierta altura. Hoy la ciudad creció más allá de esa figura y se puede ver un entramado de tejas, arquitectura colonial e iglesias barrocas.
Hagamos juntos un recorrido por el casco histórico de Cusco. Te cuento todo lo que puedes ver recorriendo las empinadas calles de esta ciudad maravillosa.
Qué hacer en Cusco: caminando por el casco histórico
Por su gran cantidad de monumentos, se la suele llamar “la Roma de América”. Desde 1983, su casco histórico fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. En muchos puntos de la ciudad se ven edificios construidos por los españoles sobre cimientos de estructuras incaicas.
Recorrer la Catedral, ejemplo de sincretismo religioso
La Catedral de Cusco es un complejo formado por la Basílica Catedral y los templos del Triunfo y de la Sagrada Familia. Está en un extremo de la plaza de armas y es el monumento religioso más importante de Cusco.
La primera Catedral de Cusco data de 1539 y era la iglesia del Triunfo, hoy una capilla auxiliar de la catedral. Tiene una fachada de estilo renacentista y el interior con decoración barroca, gótica y plateresca. Posee muchas pinturas, ornamentación, orfebrería y tallas en madera.
En su interior puede verse el sincretismo religioso, es decir la amalgama de tradiciones y ritos religiosos que se dieron en Cuzco. Los elementos de la cosmovisión indígena conviven con los de la Iglesia Católica. Así la Pachamama pasa a ser la Virgen María, representada en un perfecto triángulo que representa a la montaña. Se produce una reelaboración de los conceptos barrocos en el continente americano. El sol, el Inty, el máximo Dios. El Inca era el hijo del sol en la tierra, que sería Jesús.
Los sacerdotes fueron los que enseñaron los oficios a los indígenas, que se convirtieron en verdaderos artistas, Sin embargo, no les permitían firmar. Así que hay muchas obras de indígenas que son anónimas.
En la Catedral de Cusco se puede ver mucho trabajo en oro. Hay una custodia (sostiene la ostia consagrada para la adoración de los fieles) con 20 kilos de oro. La campana de la Catedral está fundida en oro y bronce lo que le da un sonido particular que se puede escuchar desde varios km de distancia.
Conocer la Iglesia de la Compañía de Jesús de Cusco
La Iglesia de la Compañía de Jesús también está ubicada sobre la plaza de armas, en la esquina opuesta a la Catedral. Fue construida en 1576 sobre el antiguo Palacio del Inca Huayna Cápac. Es toda de piedra basalto rosado y su fachada es un bello ejemplo del arte barroco. Posee cornisas, pilastras, un hermoso arco escarzano y dos torres campanario.
Forma parte junto con la Catedral de la Zona Monumental del Cuzco, declarado Monumento Histórico Nacional y Patrimonio de la Humanidad.
Visitar la Iglesia Nuestra Señora de la Merced
La Iglesia Nuestra Señora de la Merced también forma parte de la Zona Monumental de Cusco y está ubicada a 100 metros de la Plaza de armas y frente a otra plazoleta pequeña, la plazoleta Espinar. Es un complejo formado por el templo, el convento y el Colegio de La merced. Pertenece a la orden de los Mercedarios. El estilo es barroco y en el interior destacan sus claustros, patios internos con techos muy ornamentados con artesonado.
La iglesia alberga un Museo de arte religioso. En el claustro principal se exhibe una custodia que pesa 22 kilos y mide 1,20 de altura. Muestra un gran trabajo de orfebrería en oro, plata, perlas, diamantes y otras y piedras preciosas.
Admirar la construcción incaica en la piedra de los 12 ángulos
Por la calle Hutin Rumiyaq que sale de la plaza de armas al costado de la Catedral, se puede ver una piedra muy particular donde se pueden contar 12 ángulos. Forma parte del Palacio Arzobispal de Cusco.
Los incas construían sus muros con piedras apoyadas unas sobre otras, sin ningún tipo de argamasa. Se denomina “pulido espejo”. Además era una construcción de tipo antisísmica, las piedras acompañan el movimiento y no se fracturan. Es por eso que los españoles aprovecharon mucho esa base inca para construir sobre ellas.
Se trata de una roca granítica que se encuentra en toda la zona del altiplano peruano, boliviano y la puna argentina y la Puna de Atacama. Son rocas muy duras. En algunas se ven rajaduras por donde se podría haber producido alguna fractura interna. Los Incas buscaban la falla de la roca,, hacían una pequeña incisión sobre esa línea de falla, le colocaban una estaca de madera, luego agua. Se hinchaba y la misma presión de la madera seccionaba la roca. Luego venía el trabajo de pulido de la roca, una contra otra. Así quedaban como adosadas, grandes rocas de tamaños diferentes.
Los incas usaban el arco trapezoidal (no conocían el arco de medio punto ni pudieron construir cúpulas). Las ventanas, puertas u otras aberturas tenían forma de falso arco o trapezoidal. Realizaban la construcción hasta cierta altura y luego atravesaban madera y sobre ella, un techo de paja.
Subir al barrio de San Blas
Pasando la piedra de los 12 ángulos, llegamos al pintoresco Barrio de San Blas (a unos 300 metros de la Catedral). Te encontrarás con artesanos, casas con tejas, ventanas coloridas y mucha historia. Este barrio en la época incaica se llamaba T’oqokachi y era donde habitaban las familias importantes de la élite incaica. Con la llegada de los españoles, el barrio pasó a llamarse San Blas y se construyeron iglesias y edificaciones coloniales.
Siguiendo por la calle de la Catedral, te encontrarás con la Cuesta de San Blas. Requiere un esfuerzo ya que la calles es empinada y empedrada, pero vale la pena subirla. Hay galerías de arte y talleres donde apreciar las obras de arte de los artistas cusqueños.
Por la Cuesta de San Blas, llegaras a la Plazoleta de San Blas. Luego de un merecido descanso, puedes disfrutar de la Iglesia de San Blas. Su fachada colonial es encilla pero en el interior guarda un tesoro que vale la pena entrar a verlo. Un pulpito considerado uno de las mas bonitos de América. De autor anónimo y tallado en madera de cedro, es uno de los mas bellos ejemplos de barroco churrigueresco. (Estilo proveniente de España, de la familia Churriguera que se caracteriza por una recargada decoración)
Al ser San Blas un lugar que está en altura, se puede visitar un mirador (a unos cuadras de la plazoleta hacia arriba) para disfrutar hermosas vistas panorámicas de Cusco. Además hay muchos restaurantes y bares para disfrutar una cerveza al atardecer.
Visitar el Convento de Santo Domingo
Más alejado de la Plaza de armas, no te puedes perder nuestro último consejo de la lista de qué hacer en Cusco. Visitar el Convento de Santo Domingo, construido sobre una estructura incaica: el Templo del Sol o Coricancha. Fue el templo más importante durante el Imperio Incaico, luego destruido por los españoles.
Algo muy llamativo del templo es la estructura circular que es original de los incas, a pesar de que ellos generalmente construían estructuras rectangulares o cuadradas. Es un sector circular, como un balcón o mirador. El convento sufrió varios terremotos y debió ser reconstruido. La estructura incaica quedó intacta.
Espero que te haya gustado nuestra lista de qué hacer en Cusco: recorrido por el casco histórico. Ahora nos toca conocer sus alrededores, por ejemplo, la espectacular fortaleza de Sacsayhuamán, el Valle Sagrado o Machu Pichu.
