Blue Mountain, Canadá: un lugar mágico

El escenario es realmente encantador y remite a las pequeñas ciudades europeas de casas coloniales, cafés, bistros y restaurantes encantadores. Blue Mountain nació en 2001 y fue planeada en los mínimos detalles, precisamente para fascinar a los turistas de todos los rincones del mundo que encuentran en lugares como ese el merecido descanso, además de muchas actividades de ocio. Ubicada en el área rural de Ontario, Canadá, Blue Mountain posee el clima de las montañas, el aire limpio y el olor de las manzanas. En los alrededores hay hermosas plantaciones de fruta que se pueden encontrar en varias recetas tradicionales canadienses.

La belleza de Blue Mountain está impresa en su arquitectura y en la naturaleza que la rodea, pero esa es sólo la primera de las muchas razones para enamorarse de la ciudad. En cualquier época del año, familias, grupos de amigos y parejas aprovechan las docenas de actividades repartidas por todo el pueblo. En verano, los huéspedes disfrutan de temperaturas más suaves y pueden aventurarse por senderos impresionantes y también disfrutar de la playa de Wasaga Beach que está muy cerca de allí. En invierno, Blue Mountain gana belleza por la magia de la nieve, y se convierte en un lugar aún más encantador. La gran atracción pasa a ser la estación de esquí con 42 pistas que pueden ser explotadas por principiantes o por aquellos que ya tienen experiencia en el deporte. En esa época del año, Blue Mountain se llena de turistas que van a dar el espectáculo de luces. Durante la noche, la estación de esquí se ilumina, mientras pequeñas fogatas ayudan a calentar a los espectadores que aún pueden tener la suerte de ver la luna llena. Blue Mountain es la combinación perfecta para relajarse, divertirse e inspirarse.

No hay forma de aburrirse en Blue Mountain. El pueblo ofrece atracciones para todos los gustos. En los días más cálidos, los huéspedes aprovechan para apreciar la vista panorámica de la región en un paseo en la góndola que sube hasta la cima de la montaña – la vista es impresionante. Los más atrevidos que prefieren actividades radicales pueden saltar de bung jump o aventurarse en Ridge Runner Mountain Coaster, una montaña rusa emocionante, donde quien dirige el descenso es el propio pasajero. Los carritos se llevan lentamente hasta la cima de la montaña y el descenso puede llegar a 42 km/h.

Cerca de la villa está el Scenic Caves Nature Adventure. El parque recibe a miles de aventureros que aman la naturaleza y les gusta sentir altas dosis de adrenalina en las venas. Entre las actividades ofrecidas está la posibilidad de realizar un sendero dentro de la montaña y explorar un laberinto de cuevas y agujeros profundos, donde a menudo se encuentra hielo incluso cuando las temperaturas ya están más altas.

Durante la caminata, otras atracciones ponen piel de gallina en la piel de los aventureros. El puente colgante hasta la montaña da la sensación de estar caminando sobre las nubes mientras se observa el paisaje deslumbrante de la naturaleza. En la cima de la montaña está la gran novedad del parque: El Zip Line, que no es más que una tirolesa de tres líneas paralelas de 122 metros de largo, y 15 de altura alcanza la velocidad 50 km/h. Una aventura ideal para quien gusta de las emociones fuertes.

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