Qué ver en Estambul, la ciudad entre dos continentes
Qué ver en Estambul, la única ciudad del mundo que se extiende sobre dos continentes. El 97 % de Turquía se extiende sobre el continente asiático (Península de Anatolia), mientras que el 3% restante se localiza en el continente europeo (Tracia Oriental). Estos dos sectores (y continentes) se hallan separados por el Estrecho de Bósforo que con sus 30 kilómetros de longitud conecta el Mar Negro con el Mar de Mármara.
Estambul es la capital histórica de la República de Turquía (antigua Constantinopla) y su centro económico, financiero y cultural. Se extiende sobre ambas costas del estrecho de Bósforo.
Es un destino increíble que combina a la perfección siglos de historia como capital de antiguas civilizaciones con la modernidad y diversidad de una ciudad muy actual y cosmopolita.
Qué ver en Estambul, la ciudad mágica
Te contamos qué ver en Estambul, la capital de Turquía, conocida como «la puerta de Europa». Te maravillará su patrimonio arquitectónico, sus antiguas tradiciones, su gastronomía y las costumbres de sus habitantes. Comenzamos por la Plaza del Sultán Ahmet, punto neurálgico y base para visitar los edificios más imponentes de la bella Estambul.
Plaza Sultán Ahmet, el antiguo Hipódromo
La plaza Sultán Ahmet es el punto más visitado de la ciudad. Es de planta cuadrangular y es el lugar donde existió el Hipódromo de Constantino el grande.
Fue el hipódromo más grande del mundo romano, con una capacidad de 1000 espectadores. Disponía de establos y dependencias para los corredores y atletas. Hoy del Hipódromo solo queda el piso, que constituye una gigantesca plaza alargada en cuyo eje central se disponen: el obelisco de Tutmosis III (traído por el emperador Teodosio desde el templo de Karnak en Egipto), la Columna de las Serpientes (ofrenda que había sido depositada en el santuario de Apolo en Delfos en Grecia) y la Columna de Constantino (obelisco romano elaborado en ladrillo y revestido en bronce, cobertura que hoy falta).
La plaza está rodeada por los edificios más emblemáticos de Estambul como la espectacular Mezquita Azul y la Basílica de Santa Sofía.
Mezquita Azul, la joya de Estambul
La hermosa Mezquita Azul fue construida por el sultán Ahmet en el siglo XVII para rivalizar con Santa Sofía, a la que se parece por su forma maciza. Apenas la vemos, nos impacta por la cantidad de cúpulas y medias cúpulas que la coronan. Posee seis minaretes, lo que indica su alta jerarquía en el mundo musulmán. La Meca de Arabia es la mezquita de mayor jerarquía y cuenta con siete minaretes.
En su interior el techo y las columnas están revestidos con más de 20.000 azulejos (predominantemente azules, de ahí su nombre). Contiene un pequeño trozo de la piedra negra de Kaaba (reliquia que según la tradición musulmana data de los tiempos de Adán y Eva).
Basílica de Santa Sofía, la obra maestra de la arquitectura bizantina
La Basílica de Santa Sofía está dedicada a la santa sabiduría. Es obra del emperador Justiniano y data del siglo VI. La construcción se realizó bajo la dirección de Artemiro de Tralles e Isidoro de Mileto. Para su construcción se trajeron los más preciosos materiales de todas las provincias del imperio. Se la considera la obra maestra de la arquitectura bizantina y fue la más importante y espléndida de su tiempo.
Es de planta rectangular y posee una magnífica cúpula central o domo que sólo se apoya en cuatro pilares (gran innovación bizantina) complementada por dos semicúpulas. El domo del centro tiene cuarenta ventanas en su base por donde entra el sol y por eso parece estar suspendido sobre un anillo luminoso. El interior es lujoso, con columnas con capiteles de pórfido y delicadísimos estucos. Son increíbles los mosaicos bizantinos con imágenes de Jesús, María, santos, reyes y reinas realizadas en teselas de pasta vidriada policromada sobre fondo de oro.
Durante la ocupación otomana fue convertida en mezquita. Los mosaicos fueron cubiertos con cal debido a la prohibición musulmana de representar seres vivos y se le agregaron cuatro minaretes además de una serie de construcciones anexas. En la actualidad es un museo y los mosaicos han sido expuestos casi en su totalidad.
Palacio Topkapi, la residencia de los sultanes
Un poco más alejado de la Basílica de Santa Sofía, nuestra lista de qué ver en Estambul sigue con el maravilloso Palacio Topkapi. Fue la residencia de los sultanes otomanos. Su nombre significa Puerta Sublime y consiste en un conjunto de pabellones que se empezó a construir en el siglo XV en el lugar que ocupaba la antigua acrópolis bizantina. A lo largo de los años sufrió varias modificaciones hasta conformar el complejo que se visita hoy en día.
Se pueden visitar las Salas del Tesoro (con gran cantidad de objetos de oro, perlas y piedras preciosas) y la Cámara del Manto del Profeta, con reliquias como el manto del profeta Mahoma, su estandarte y espadas.
Se puede visitar también el Harén o Serrallo, la residencia de las mujeres del monarca. Sus paredes están decoradas con azulejos coloridos formando diseños geométricos. En las cocinas se expone una valiosa colección de innumerables piezas de porcelana china. Los jardines del palacio alojan tres museos: el Museo de Arqueología de Estambul, el Museo de Antigüedades de Oriente y el Museo Pabellón de los Azulejos.
El Gran Bazar, piérdete en sus callejuelas
Un imperdible en nuestra lista de qué ver en Estambul: el Gran Bazar, la esencia de Turquía. Es un enorme complejo techado donde se vende todo tipo de productos locales (objetos de bronce, alfombras, telas, joyas, sedas, etc.). Tiene 18 puertas de acceso, 35 calles estrechas y más de 4000 locales organizados alrededor de plazoletas interiores. Hay también lugares que venden comidas típicas y pequeños bares donde sirven los tradicionales tés perfumados con flores y café preparado a la turca.
Mezquita de Suleiman el Magnífico
Esta espectacular mezquita fue construida entre 1550 y 1557 bajo las directivas de los arquitectos Kemal y Sinán. Ellos adaptaron los cánones bizantinos a las necesidades del culto islámico y crearon una gran sala de oración cubierta con una cúpula sostenida por un mínimo de columnas. Tiene anexa una escuela coránica y otras dependencias. Vale la pena visitar su interior, ricamente ornamentado. Tiene un restaurante, jardines y una terraza con vistas espectaculares sobre el Cuerno de oro.
El Cuerno de oro, belleza natural
El Cuerno de oro rodea Estambul y es técnicamente un estuario curvo de 12 kilómetros de largo con un ancho máximo de 750 metros. Su nombre hace referencia a las riquezas acumuladas allí durante los períodos bizantino y otomano. A lo largo de sus costas se desarrolla el puerto de gran movimiento comercial y de pasajeros. Además, delimita por el norte al sector más antiguo de la ciudad.
Mercado de las especias, mucho más que especias
Antes de cruzar el puente Gálata, se ubica el Bazar de las especias. Es un mercado cubierto denominado también Bazar egipcio. Si te gustan los mercados, en este podrás encontrar especias, comidas y productos textiles.
Torre de Gálata
Al cruzar el Cuerno de Oro por el puente Gálata (puente concurrido con cafeterías en la parte inferior, aceras y vendedores ambulantes) se ingresa a los Barrios de Pera y Gálata, que fueron enclaves muy ricos y poderosos durante la Edad Media. Nacieron como asentamientos de mercaderes tanto genoveses como venecianos y estaban rodeados por murallas de las que aún quedan rastros en el Castillo de las Siete Torres. Una de esas torres es la famosa Torre de Gálata que es además, un punto panorámico. Es del siglo V y fue un antigua prisión. Hoy tiene un restaurante en el último piso. Desde ahí se ve el Bósforo y los minaretes de las Mezquitas Azul y Santa Sofía.
Barrio Taksim
Del otro lado del cuerno de oro, se desarrolla la zona norte de la ciudad y el sector europeo. Es el lugar ideal para alojarse y donde están todas las tiendas, hoteles, restaurantes y bares, muchos con vistas al Bósforo. El centro es la Plaza Taksim y es la zona de la vida nocturna, además de ser un distrito comercial y gastronómico. En el centro de la Plaza se levanta el monumento a la República de un escultor italiano. En los alrededores se aprecian el Centro Cultural Ataturk y el parque Taksim Gesi. Llegando a la plaza termina la famosa calle Istiklal Caddesi, la calle de la independencia, peatonal y comercial por la que circula un histórico tranvía.
Palacio Dolmabahce
En la zona de Taksim, podemos visitar el Palacio Dolmabahce. Construido en el siglo XIX, fue la lujosa residencia de los últimos sultanes turcos. Este suntuoso palacio otomano es hoy un museo de arte, caligrafía y alfombras.
Espero que te haya gustado nuestra selección de qué ver en Estambul. Pero hay mucho más. Turquía te sorprende a cada paso, sus ciudades, sus paisajes y su historia te harán viajar en el tiempo y vivir una experiencia única. Comienza en Estambul, la ciudad multicultural ubicada entre Asia y Europa.