
Seúl en clave viajera: qué hacer en la capital de Corea del Sur
Seúl, la vibrante capital de Corea del Sur, es una ciudad que combina a la perfección historia milenaria, tradiciones vivas y una modernidad vertiginosa. Desde palacios reales hasta barrios tradicionales, desde túneles de guerra hasta festivales de flores, la ciudad ofrece experiencias únicas para todo tipo de viajeros. Aquí te presentamos los lugares imprescindibles para visitar en Seúl y sus alrededores.
Si estás pensando en viajar a Corea del Sur, dejame decirte una cosa: Seúl te va a volar la cabeza. Es una ciudad que lo tiene TODO —tradición, historia, comida increíble, barrios con onda, templos, rascacielos y hasta túneles secretos. En este post te cuento los lugares que no te podés perder si querés conocer el verdadero espíritu coreano.
DMZ: la frontera más loca del mundo
Arranco fuerte, pero es que esto hay que vivirlo: la Zona Desmilitarizada (DMZ) es el área que separa Corea del Sur de Corea del Norte. Podés visitarla en una excursión de medio día. Vas a caminar por el 3er Túnel de Infiltración, cavado por los norcoreanos para invadir Seúl (¡lo encontraron en los 70s!). Después llegás al Observatorio de Dora, desde donde se ve Corea del Norte con binoculares, y cruzás el Puente Colgante, lleno de historias de la Guerra de Corea. Es una experiencia intensa, pero muy recomendable.

Palacios, hanboks y casas tradicionales
Si te gustan las películas de época o los K-dramas, Gyeongbokgung te va a enamorar. Es el palacio real más impresionante de Seúl. Lo mejor: podés alquilar un hanbok, el traje tradicional coreano y entrar gratis. Además, te sacás unas fotos increíbles.
No muy lejos, camina por la maravillosa Aldea Hanok de Bukchon, con más de 600 años de historia. Esta zona cuenta con más de 900 casas de estilo Hanok. Son construcciones tradicionales de madera, piedra, tierra y papel de arroz. Con calles estrechas y techos ondulados, parece un set de película, pero es real. No muy lejos está el Palacio Changdeokgung, con un jardín secreto que es puro cuento.

Barrios con onda: de lo tradicional a lo trendy
Para ir de compras y comer rico, Myeongdong es EL lugar. Hay de todo: ropa, cosmética coreana, puestos callejeros con comida para volverse loco (te recomiendo probar el hotteok, una especie de panqueque dulce).
Después podés bajar un cambio y perderte por los callejones de Ikseon-dong, lleno de cafeterías y tiendas de diseño, o darte una vuelta por el barrio de Insadong, más tradicional y perfecto para comprar souvenirs lindos (y té coreano).
Y para caminar un rato, nada como seguir el arroyo de Cheonggyecheon, un oasis en plena ciudad.
Vistas, mercados y diversión
¿Querés una vista panorámica de Seúl? Subí a la Seoul Tower (también conocida como Namsan Tower). Es uno de los íconos más reconocibles de la ciudad. Ubicada en lo alto del monte Namsan, ofrece una de las mejores vistas panorámicas de Seúl, especialmente al atardecer, cuando la ciudad se enciende con miles de luces. Se puede subir en teleférico o caminando por senderos entre árboles, lo que ya es una experiencia en sí misma. En la cima, además de miradores y restaurantes, hay una terraza famosa por los “candados del amor”, donde parejas de todo el mundo dejan su promesa de amor eterno. Es un lugar ideal para sacar fotos, respirar aire fresco y ver la ciudad desde otra perspectiva.

¿Querés algo más tranquilo y local? Probá el mirador de Bugak Palgakjeong, rodeado de naturaleza.
Y si te gustan los mercados, el Gwangjang Market es parada obligada: comida callejera auténtica, puestos con textiles, gente local… Todo muy real. Probá el bindaetteok o el gimbap, y vas a querer repetir.

Para un día diferente (y con adrenalina), Lotte World es un parque de diversiones cubierto ENORME con un castillo, montañas rusas y hasta pista de patinaje. Ideal si viajás con chicos… o si tenés alma de niño.
Bonus track: festival de cerezos en Jinhae 🌸
Si viajás en primavera (fines de marzo o abril), hacete una escapada a Jinhae para ver el famoso Festival de los Cerezos en Flor. Es una postal perfecta: árboles en flor, canales, trenes pasando entre pétalos rosados… pura magia coreana.
En resumen…
Seúl es una mezcla hermosa entre lo antiguo y lo moderno. Vas a caminar entre palacios reales y rascacielos, comer en mercados callejeros y en cafés de diseño, probarte hanboks y hablar por pantallas interactivas. Cada rincón tiene algo para ver.
Así que ya sabés: viajar a Seúl es vivir una experiencia cultural completa. Y te prometo, te vas a ir queriendo volver. No dejes de incluir esta fascinante ciudad de Corea del Sur si decides viajar a Asia.