Grand Place

Bruselas en 48 horas

Bruselas en 48 horas: te proponemos un plan de dos días para visitar la bella capital de Bélgica, una ciudad llena de museos, edificios art-nouveau, gastronomía y una de las plazas más bonitas del mundo: la Grand-Place. Bruselas tiene un área metropolitana muy grande pero la ciudad propiamente dicha es pequeña, lo que le da ese toque entre pueblo y ciudad.

Recorramos Bruselas fácilmente con nuestra guía de Bruselas en 48 horas:

Primer día en Bruselas

Sin duda empezamos nuestro plan de Bruselas en 48 horas por la Grand Place, considerada una de las plazas más bellas de Europa y del mundo. Tendrás que venir a verla no sólo por la mañana sino también al atardecer y a la noche iluminada. A todas horas, la Grand Place destila belleza en sus edificios, mercadillos de flores y cafés. No por nada la Unesco la declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Edificios de la Grand Place de Bruselas
Edificios de la Grand Place de Bruselas

Antiguamente fue un mercado y en sus calles aledañas se instalaban los diferentes oficios, como lo atestiguan los nombres de las calles: rue des Brasseurs (cerveceros), rue au beurre (manteca), rue des Harengs (arenques). La Grand Place da la impresión de ser un gran decorado de teatro. Los edificios que rodean la plaza responden a variados estilos arquitectónicos porque fueron construidos en épocas diferentes. El que más se destaca es el edificio del Ayuntamiento, del siglo XV y con una espectacular torre con aguja de casi 100 metros de altura. La fachada está completamente decorada con estatuas.

El resto de los edificios hoy son cafés, restaurantes, cafeterías, tiendas de encajes, pero vale la pena acercarse y observar cada edificio en particular con sus fachadas, su particular decoración y cada una con su historia. Por eso vale la pena pasar varias veces por esta plaza tan magnífica.

Muy cerquita de la Grand Place, veremos el Manneken Pis, en la esquina de las calles de l’Etuve y du Chene. Este niño de bronce que está orinando es el símbolo de la ciudad desde 1619 y un imperdible si estás en Bruselas. Parece que no hubieras visitado la ciudad sin la foto del famoso niño desnudo y que a veces viste ropa que le colocan lso bruselenses.

Manekken Pis, un imperdible de las 48 horas en Bruselas
Manekken Pis

Volvemos a la Grand Place y la atravesamos para llegar a las Galerías Saint-Hubert. Aquí encontrarás tiendas de lujo, bombonerías, librerías, teatro, cine, salones de té y restaurantes.

Para almorzar, nada mejor que elegir un restaurante en la pequeña Rue des Bouchers. Ya quedas de camino para llegar a la plaza de Brouckere. Todo el barrio es hermoso para recorrer sus calles, admirar las fachadas de los edificios y su ambiente parisino. En la plaza, visita el Hotel Métropole y toma un café en este hotel inaugurado en 1864.

Segundo día en Bruselas

Comenzamos nuestro segundo día de nuestra Bruselas en 48 horas con la catedral gótica de Saint-Michel et Gadule. Para los que hayan estado en París, quizás les hace recordar a la Notre Dame. Aquí se casó el rey Baduino con la reina Fabiola de España.

Cerca de la iglesia, se puede ir a callejear por el barrio de Sablon donde verás anticuarios, librerías, restaurantes y galerías de arte. Si es sábado o domingo, se realiza una feria de anticuarios en la Plaza du Grand Sablon. Presidiendo la plaza, la hermosa catedral Notre Dame du Sablon, el más hermoso ejemplo del gótico flamígero belga.

Muy cerca, no te puedes perder los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica. De estilo neoclásico, es un enorme complejo de museos con más de 20.000 obras entre pinturas, esculturas y dibujos. Abarca seis museos, entre ellos el Museo Magritte y el Museo de arte moderno.

Si quedaste embotado de tanta obra de arte, es hora de refrescarse en el Parque de Bruselas. Recorre sus calles arboladas, respira aire puro y admira sus fuentes y monumentos.

Luego de almorzar y si te gusta el art-nouveau, te puedes ir hasta el municipio de Saint-Giles. Allí verás numerosas fachadas art-nouveau. En la calle américaine está la casa del arquitecto Victor Horta. Es el Museo Horta y abarca dos edificios destinados a vivienda y a taller. El interior es un fascinante mundo art nouveau donde abunda el hierro, los cristales y las formas redondeadas.

Calles de Bruselas

El día se va acabando y te recomiendo que el tiempo libre que te queda en Bruselas lo dediques a probar una buena cerveza. La típica es la de tipo Lambic, fabricada con trigo, cebada malteada y lúpulo. No te pierdas la cervecería “A la mort subite”, un verdadero templo de los amantes de la cerveza desde 1928 (cerca de las galerias saint-Hubert). Y para terminar el día, un buen espectáculo de jazz.

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