4 días en Estambul, la fascinante ciudad de Turquía
4 días en Estambul para recorrer esta ciudad increíble, puente entre Oriente y Occidente. La antigua Bizancio y Constantinopla es un imperdible y el comienzo de tu viaje a Turquía. Desde siempre produce esa fascinación y embrujo con sus mezquitas, cúpulas, mercados y palacios.
Estambul fue por más de 500 años la capital del imperio Otomano. A pesar de que perdió su capitalidad con Ankara, Estambul sigue siendo la ciudad más visitada y el centro económico y cultural de Turquía. La visita a esta ciudad tan fascinante debe durar por lo menos 3 o 4 días. Vamos a visitarla con nuestra guía de 4 días en Estambul:
Primer día en Estambul
El mejor lugar para comenzar nuestro periplo de 4 días en Estambul es la famosa Mezquita Azul (Mezquita Sultán Ahmet Camii). Se llama así por el color dominante de los azulejos de su decoración interior. Sus seis esbeltos minaretes y su gran cúpula de 23 metros de diámetro se ven desde todos los puntos de la ciudad. Puedes visitarla fuera de las horas de plegarias. Sólo hay que vestirse acorde, cubrir rodillas, hombros y cabeza y descalzarse al entrar. Contiguo a la mezquita, visita el antiguo hipódromo construido por Septimio Severo en el año 198 a.c.
Seguimos caminando hasta la puerta Bab-I-Humayun o Puerta de Augusto, que antiguamente marcaba la entrada al Palacio Topkapi. Este espectacular palacio requiere unas tres horas de visita para recorrer su interior, los pabellones, el museo, el harén y su fabuloso tesoro imperial. Te proponemos almorzar en el restaurante dentro del palacio, con excelentes vistas sobre el Bósforo. Un broche de oro para culminar la visita a esta maravillosa residencia de los sultanes.
Luego de almorzar y también caminando llegamos a Santa Sofía, la otra joya de Estambul con su cúpula, la mayor del mundo. La actual basílica fue construida entre los años 532 y 537. En el 1400 se convirtió en mezquita y en 1934 fue declarada museo por Ataturk.
Cerca de Santa Sofía, un lugar increíble y poco visitado, la Cisterna de la Basílica. Es un auténtico palacio subterráneo de columnas y arcos que emergen sobre las aguas. Era la principal fuente de abastecimiento de agua en los imperios bizantino y otomano.
Callejeando nos vamos hacia el Cuerno de oro para ver la Mezquita Nueva (Yeni Camii) y el Bazar de las especias o bazar Egipcio. Es un antiguo mercado cubierto donde encontrarás gran variedad de especias y textiles. Si estás cansado, toma un café en el Pandeli, restaurante en el piso superior, antes de recorrer las tiendas.
Segundo día en Estambul
Luego de desayunar, un taxi nos lleva al otro lado del Cuerno de Oro, a visitar el magnífico Palacio Dolmabahce. A orillas del Bósforo, esta joya arquitectónica de mármol blanco, mezcla de rococó con arquitectura otomana. Podrás recorrer 285 dependencias decoradas con el máximo lujo.
Del palacio, otro taxi nos lleva a la Istiklal Caddesi, la avenida peatonal más animada de Estambul con cafés, restaurantes y tiendas. Camine por el Çiçek Pasajı o Pasaje de las Flores, una estrecha calle donde hay numerosas tiendas, y cafés.
Tome el tranvía que circula por la Istiklal Caddesi para llegar hasta la plaza y barrio Taksim, la zona comercial y financiera de Estambul. Si no comió algo en el Pasaje de las flores, aquí puede almorzar o tomar un café en el Orient Bar, en el hotel Pera Palace. Un hotel de lujo de 1892 donde se alojaban los pasajeros del tren Orient Express. Dos habitaciones-museo se pueden visitar: la 101 que ocupó Ataturk (padre de la patria turca) y la 411 donde se alojó Agatha Christie cuando escribía “Asesinato en el Orient Express”.
Es hora de las compras. Un taxi nos lleva del otro lado al Gran Bazar. Cruzamos por el nuevo puente Gálata hacia el barrio Eminonu. Vemos los grandes barcos de cruceros, las barcas de pesca y los múltiples bares que ofrecen pescados fritos o a la parrilla. Llegamos por fin al Gran Bazar, uno de los mercados más famosos del mundo. Entra por alguna de sus 18 puertas y piérdete por las calles internas de este mercado-ciudad con más de 3 mil tiendas de joyas, alfombras, zapatos, muebles y de todo. También hay restaurantes, cafés, salones de té, bancos y mezquitas.
Se acerca el atardecer y volvemos a cruzar el Cuerno de Oro para ir a la Torre de Gálata, centinela de la ciudad. Se cree que fue construida por los genoveses en el 1300. Durante el imperio otomano, fue prisión y observatorio. Subimos al mirador cuando aún es de día para ver el paisaje más bonito: el Cuerno de Oro, la ciudad antigua, el Palacio de Topkapi, los minaretes de las mezquitas y Santa Sofía. Cuando empiece a oscurecer y la llamada a las plegarias invada la ciudad, se te pondrá la piel de gallina con la vista más gloriosa del puerto, el Bósforo, los minaretes iluminados y los miles de cúpulas.
Tercer día en Estambul
Hoy es el día para navegar por el estrecho del Bósforo. El Bósforo, en turco Bogaz o estrecho de Estambul, separa la parte europea de la ciudad de la parte asiática. Es una experiencia imprescindible para hacer en tus 4 días en Estambul. Temprano por la mañana puedes ir al embarcadero en Eminonu para tomar el transbordador que hace la travesía. Podrás ver la orilla europea con el Palacio Dolmabahce, el Palacio de Ciragan hoy Casino y el puente suspendido del Bósforo, a 64 metros sobre el agua. Avanzamos y vemos los típicos palacios de madera de la zona de Yenikoy y los pueblos de pescadores. El viaje nos lleva todo el día. En el último puerto de la costa asiática, Anadolu Kavagi, hay varios restaurantes de pescados y mariscos donde almorzar.
Para terminar el tercer día puedes probar alguna de las exquisiteces de la gastronomía de Estambul. Una de las opciones para cenar es el barrio de Kumkapi, cerca del mar de Mármara. Una zona popular y muy animada donde podrás probar mariscos y pescados en los numerosos restaurantes.
Cuarto día
Por la mañana visitaremos la Mezquita de Suleimán el Magnífico, construida entre los años 1550 y 1557 por mandato del poderoso sultán. Es considerada la más perfecta de las Mezquitas turcas con sus hermosos azulejos, el trabajo en madera y marfil y sus ventanas de cristal. Tiene un patio monumental con columnas de mármol y granito y cuatro minaretes. En el jardín detrás de la mezquita están los mausoleos del sultán y su esposa Roxelana.
Cuando terminamos de visitar la mezquita, nos dirigimos a la iglesia San Salvador in Chora para apreciar los mosaicos y frescos. Esta iglesia devenida en mezquita tiene las pinturas bizantinas más importantes del mundo.
Luego de almorzar, otro taxi nos lleva a la mezquita de Eyup, una de las más visitadas de la ciudad, pues en ella reposan los restos de Eyup, portaestandarte de Mahoma, fallecido en el primer asedio a Constantinopla en el año 670. Como todas las mezquitas, debes entrar cubriéndote los hombros y la cabeza con un pañuelo.
Detrás de la mezquita puedes trepar una colina que te lleva aún pintoresco cementerio. Miles de tumbas con hermosas lápidas a la sombra de los cipreses. El camino te lleva un café (Café Pierre Loti) que era frecuentado por este oficial de la marina, escritor y periodista francés. Aquí tomando un café podrás ver la puesta de sol y apreciar los reflejos dorados que le dan el nombre al Cuerno de Oro.
El broche de oro para terminar nuestra estadía de 4 días en la maravillosa Estambul.