Comienza nuestra visita al Templo de Karnak, una maravilla de la obra faraónica del Alto Egipto. Llegamos a Luxor, la antigua Tebas, que fuera la capital de Egipto durante los imperios medio (2050 al 1800 a.C.) y nuevo (1550 a 1070a.C.)
Durante el imperio nuevo, mientras reinaron las dinastías VIII a la XX, Tebas alcanzó su máximo esplendor. Fue una época que se caracterizó por la expansión territorial, el culto al dios Amón y la arquitectura monumental. A este período corresponden los famosos templos de Luxor y Karnak, dedicados a esta divinidad.
Los egipcios creían en la inmortalidad del alma y en el más allá. Debido a esto, momificaban a sus muertos y los enterraban junto a sus pertenencias. Eran politeístas y cada provincia del imperio tenía sus propias divinidades. En Menphis, la otra capital del imperio se rendía culto a Ptah y a Hathor mientras que en Tebas al dios Amón. Amón era el patrono de la ciudad, dios del aire, del sol, de la fertilidad y creador del mundo. Los egipcios tenían como costumbre asociar a sus dioses en tríadas. En este caso, era el dios Amón, su esposa Mut y su hijo Honsu. Amón era representado con la piel azul, un sombrero alto de dos plumas, su falda y un básculo en una mano y la cruz de la vida en la otra.
Gracias al clima seco, el relativo aislamiento del valle del Nilo y los materiales perdurables que utilizaron, hoy podemos disfrutar de sus magníficos monumentos.
Cómo visitarlo
La visita al Templo de Karnak se puede hacer por tu cuenta o en excursiones organizadas. Sólo tienes que caminar hasta el templo desde el crucero o desde tu hotel en Luxor. Se accede por el centro de visitantes, donde hay un aparcamiento, tiendas de souvenirs y la boletería. La entrada al recinto cuesta 150 libras egipcias (aproximadamente 10 usd).
Templo de Karnak
Situado a dos kilómetros del Templo de Luxor, es el lugar más visitado por los viajeros que llegan a Luxor, tanto los que se alojan en la ciudad como los que viajan en cruceros.
Karnak es el mayor complejo de templos construidos por el hombre y es el logro de varias generaciones de constructores egipcios. Muchos faraones dejaron su huella en este espectacular conjunto arquitectónico. Se construyó progresivamente desde el 1400 a.C. (Dinastía del faraón Amenofis III) hasta el 1000 a. C. (Dinastía de Ramsés II) hasta llegar a completar lo que es hoy: un gran complejo de 260 metros de largo y 10.000 metros cuadrados, con templos, salas, columnas y obeliscos.
Los templos eran construidos con dinero que los faraones obtenían de impuestos y botines de victorias militares. El templo era el santuario y la residencia del dios. No estaba permitido el ingreso del pueblo, solo accedían a él el faraón y los sacerdotes.
Avenida de las esfinges
Karnak es precedido por la espectacular avenida de las esfinges. Era una avenida que, en la época de los faraones, unía los dos templos, a través de 3 kilómetros y estaba decorada con 1400 esfinges. Estas tenían cabezas de león llegando al Templo de Luxor y cabezas de carnero llegando al Templo de Karnak. El carnero, símbolo de la fecundidad, fue uno de los animales asociados al dios Amón.
Entrada al recinto
La entrada estaba flanqueada por un pilón. En Karnak hay varios pilones. Los pilones eran símbolos solares y representaban las dos colinas del horizonte por las que sale el sol. El más grande es el de su fachada principal, obra del faraón Nectanebo (380 al 362 a.C.) que mide 113 metros de lado y quedó inacabado.
Al ingresar, pasamos a un patio a cielo abierto donde se pueden ver el pabellón de Taharqa, el templo de Seti II , las esfinges de Ramsés II y a la izquierda, el templo de Ramsés III. Estos santuarios servían como reposaderos de las barcas en las que se transportaban las divinidades durante las grandes festividades. Eran lugares para dar descanso a las divinidades.
Luego de un vestíbulo flanqueado por colosos de Ramsés II, se atraviesa el segundo pilono para llegar a la Sala Hipóstila, el lugar más extraordinario de Karnak.
La Sala Hipóstila, la joya de Karnak
La Sala Hipóstila es la parte más espectacular de nuestra visita al templo de Karnak. Se ubica entre el segundo y el tercer pilono y nada más entrar, quedaremos impresionados por este increíble espacio lleno de anchas columnas talladas. Es una sala de 103 por 54 metros que contiene 134 columnas papiriformes de las cuales, las 12 centrales alcanzan los 21 metros de altura. El resto de las columnas tienen 15 metros y todas tienen 3.6 de ancho y están completamente decoradas con escenas religiosas y jeroglíficos.
En la diferencia de alturas de las columnas se abrían grandes ventanales por los que entraba la luz. Las columnas centrales tenían sus capiteles abiertos ya que teóricamente recibían luz solar, mientras que las otras columnas laterales, en penumbra, tenían los capiteles cerrados. Esta sala fue el lugar de coronación de los reyes de Tebas.
La construcción de la Sala Hipóstila comenzó con el faraón Amenhotep III (1375 a.C.), continuó con Seti I y terminó con Ramsés II y Ramsés IV.
Sanctasanctórum, la morada de Amón
Pasando la Sala Hipóstila, atravesamos el tercer pilono y llegamos al patio de Amenhotep III. Luego el cuarto pilono nos da el acceso al vestíbulo de Tutmosis III. Traspasamos el quinto pilono hasta llegar al patio del santuario y al Santuario de las barcas, que antecedía al gran Sanctasanctórum, el lugar donde reposaba el dios Amón.
Antes de llegar a la morada del dios, en el Santuario de las barcas se depositaba la barca portátil. Más adelante se llega al centro neurálgico del templo, al que solo accedían el faraón y el sumo sacerdote. Era una sala en penumbra, donde había una capilla o naos tallada en piedra donde se ubicaba la estatua de Amón. El Sanctasanctórum era la residencia y trono del Dios Amón y todas sus puertas estaban cerradas y selladas. Nadie podía molestar al dios en su morada.
Lago sagrado y el escarabajo de la suerte
El lago sagrado, a la izquierda del santuario de Amón, era una piscina donde antiguamente se realizaban ritos sagrados. Hoy es el lugar donde nos sentamos para admirar el fabuloso espectáculo de luz y sonido de Karnak. El espectáculo dura una hora, se recorre el templo hasta llegar al lago donde se aprecia el show y se puede conocer la historia del templo.
Frente al lago, sobre un pedestal, se encuentra una gran estatua en granito rosado de un escarabajo. El escarabajo es un símbolo que aparece frecuentemente en los jeroglíficos y significaba la protección, tanto en la vida como en la muerte. Era asociado a Jepri o Kepri, divinidad símbolo de la vida eterna. Según la tradición, hay que dar siete vueltas alrededor del escarabajo en sentido contrario a las agujas del reloj, para tener suerte.
Espero que te haya gustado esta guía para una completa visita al templo de Karnak, el espectacular santuario en honor al dios Amón. Bienvenidos a Luxor.