La Fiesta de la Tradición se realiza desde 1939 en San Antonio de Areco, la capital de la tradición argentina. Una ciudad a sólo 120 kilómetros de Buenos Aires con aire gauchesco, arboledas, artesanías y casonas coloniales recicladas.
San Antonio de Areco es el destino ideal para una escapada. Muy cerca de Buenos Aires, es el lugar adonde los argentinos van a buscar sus orígenes y donde los turistas van a apreciar las costumbres del gaucho y la tradición argentina. En cada rincón de Areco, se respira tradición e historia, en sus calles adoquinadas, casonas antiguas y costumbres de antaño.
El mayor fervor de la tradición se puede ver cada mes de noviembre en la Fiesta Nacional de la Tradición, puntualmente desde el año 1939. Los arequeros y los visitantes se reúnen para disfrutar de lo mejor de la cultura criolla. Miles de gauchos de todas las provincias argentinas vienen a mostrar su historia y su herencia.
Se realizan desfiles ecuestres, rodeos, domas, conciertos, danzas folklóricas, fogones, comidas típicas y mercados artesanales. San Antonio de Areco se viste de fiesta y sus protagonistas son los gauchos, los artesanos y los músicos y bailarines de folclore.
¿Cómo surgió la Fiesta de la Tradición?
San Antonio de Areco no es sólo el centro de la tradición gauchesca por ser el lugar de la celebración, sino por su larga historia. En el año 1926, Ricardo Guiraldes había publicado su gran novela Don Segundo Sombra y esto fue un antecedente que convertiría a San Antonio en la ciudad guardiana de las tradiciones campestres. El libro fue éxito aunque su autor murió un año después, en 1927.
En 1936, se crea el Parque Criollo y Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes a instancias del intendente de San Antonio de Areco, José Antonio Guiraldes, hermano del escritor. El objetivo del Museo es preservar los usos y costumbres de los gauchos.
Posteriormente, en 1939, se establece el Día de la Tradición. Se eligió un 10 de noviembre, fecha que recuerda el nacimiento de José Hernández, una de las figuras más representativas de la cultura argentina y autor del Martín Fierro, obra cumbre de la literatura argentina y del género gauchesco. En ella, Hernández relata la vida, costumbres, códigos y situación política y social del gaucho.
Ese mismo año, unos vecinos de Areco organizaron la primera Fiesta de la Tradición para homenajear al hombre de campo y sus costumbres. Desde esa fecha, se celebra en noviembre la celebración gauchesca más importante del país.
Finalmente, en 1984, la Legislatura porteña, declara a San Antonio de Areco la Capital de la Tradición.
Una fiesta de gauchos para gauchos
Hoy en día la fiesta se realiza en el fin de semana más próximo al 10 de noviembre, el día de la tradición. Tiene lugar en el casco histórico y en el Parque Criollo y Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes. la fiesta consiste en diferentes actos que homenajean al hombre de campo.
La fiesta comienza el sábado en el Parque Criollo con asado y encuentros de los gauchos. Y por la tarde, realizan las más variadas competencias: jineteadas, corrida de sortijas, carreras cuadreras. Al caer la tarde se prenden fogones para por al noche compartir danzas, música y bailes tradicionales.
El domingo, el centro histórico de Areco se viste de fiesta. La escuela municipal de danza hace su demostración y luego frente al Palacio Municipal los abanderados a caballo reciben de las autoridades la bandera nacional y provincial.
Comienzan los desfiles de los caballos, ricamente ataviados con piezas de platería, a menudo plata y oro. Desfilan las diferentes generaciones de gauchos muy orgullosos Miles de paisanos y más de 60 tropillas desfilan por las calles del pueblo y es su momento de mostrar su destreza con el caballo y su elegancia.
Los caballos terminan en el Parque Gauchesco, en la pulpería La Blanqueada donde se realiza un gran asado criollo con música y bailes. Nuevamente los gauchos realizan sus destrezas hasta el atardecer, momento en el que culmina la gran fiesta gaucha de San Antonio de Areco.
En la Fiesta de la Tradición, el gaucho renueva su compromiso con un estilo de vida y nobles tradiciones que no se deben olvidar. Ese es el legado de los arequeros al mundo.