Hoy les proponemos un recorrido por el Bajo Recoleta, un circuito de plazas, monumentos, estatuas, espacios culturales y museos. Recorreremos a pie una parte del barrio más chic de Buenos Aires, la llamada “París Argentina”.
El barrio de Recoleta lleva su nombre en honor a los monjes recoletos que se instalaron en la zona y que nos dejaron valiosos patrimonios como la bella iglesia del Pilar, del siglo XVIII, el ex-convento donde hoy funciona un centro cultural y el predio, ex jardín de los recoletos, donde hoy funciona el famoso Cementerio de la Recoleta. Estos atractivos son los más famosos del barrio y atraen muchos turistas.
Pero hoy vamos a recorrer la zona menos conocida del Bajo Recoleta, llamada así por la zona de barrancas ganadas al río. Es el área con mayor cantidad de espacios verdes de la ciudad y recorriéndola veremos plazas, monumentos bellísimos y edificios importantes como la Biblioteca Nacional y el Museo de Bellas Artes.
Comenzamos nuestro recorrido por el Bajo Recoleta en un monumento icónico de nuestra ciudad: la Floralis Genérica, sobre la avenida Presidente Figueroa Alcorta.
Floralis genérica
La flor más famosa de Buenos Aires reina con toda su belleza en la plaza de las Naciones Unidas, primera parada de nuestro recorrido por el Bajo Recoleta. Su nombre se debe a que representa a todas las flores del mundo. Esta espectacular escultura metálica fue donada a la ciudad por el arquitecto argentino Eduardo Catalano, autor también del edificio del Plata de la avenida 9 de julio y de la Ciudad Universitaria de Buenos Aires, además de muchas obras internacionales.
La Floralis se realizó con restos de aeronaves y fue inaugurada el 13 de abril de 2002. Está situada sobre un espejo de agua y construida en acero inoxidable, esqueleto de aluminio y hormigón. La gran escultura mira al cielo con sus seis pétalos y pesa 18 toneladas.
Hoy ya no funciona, pero originalmente contaba con un sistema hidráulico y de células fotoeléctricas que abría y cerraba los pétalos según la hora del día.
Continuamos caminando por la avenida Pres. Figueroa Alcorta hasta llegar a la esquina de la calle Tagle, donde se encuentra la vieja ATC, Argentina Televisora Color, la segunda parada del recorrido por el Bajo Recoleta.
ATC, Argentina Televisora Color
El edificio de ATC, hoy canal 7 o Televisión pública, se construyó para el Campeonato Mundial de Fútbol de 1978, durante el período de la dictadura militar. Pero su historia se remonta a 1951, cuando fue la primera estación de televisión en transmitir en el país. Durante el gobierno de Perón y por expreso pedido de Evita, se realizó la primera transmisión desde la Plaza de Mayo el 17 de octubre de 1951 para el festejo del día de la lealtad peronista. Así Argentina se convierte en el segundo país de Latinoamérica en tener la “cajita mágica”.
Es un complejo de edificios modernos de hormigón con explanadas semipúblicas y un lago artificial desde el cual surge la torre de transmisión de 55 metros de altura que es un ícono de la ciudad.
Plaza República Oriental del Uruguay
Tomamos la calle Tagle que separa dos plazas: la Plaza República de Chile y la Plaza República Oriental del Uruguay. En este punto del recorrido del Bajo Recoleta estamos en el límite entre los barrios de Palermo y Recoleta.
En la Plaza República de Chile se ubica la embajada de Chile y la estatua en honor al héroe de la independencia chilena, Bernardo O’Higgins.
La plaza República Oriental del Uruguay homenajea al país vecino y en la primera esquina nos encontramos con el monumento a Aristóbulo del Valle, político, abogado y profesor, fundador junto con Leandro N. Alem de la Unión Cívica Radical, uno de los partidos políticos más antiguos de la Argentina.
Pero el monumento más importante de la plaza es el Monumento a José Gervasio Artigas, máximo prócer de la República Oriental del Uruguay. Es obra del renombrado escultor José Luis Zorrilla de San Martín y el arquitecto Alejandro Bustillo. Zorrilla de San Martín es el autor también del monumento a Julio Argentino Roca en el casco histórico de la ciudad. Artigas está representado en una figura de bronce sobre una base de mampostería. Tiene además dos bajorrelieves que representan la libertad y la federación y cuatro fuentes con grifos de bronce que simbolizan a los ríos Uruguay, Paraná, Paraguay y de la Plata.
José Gervasio Artigas es considerado el padre de la patria uruguaya. Luchó contra España y Brasil para lograr la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Recibió el título de “Jefe de los orientales” y “Protector de los pueblos libres”.
Monumento a Evita
Cruzamos la avenida Libertador y llegamos a la Plaza Evita, ex plaza Rubén Darío, cuyo monumento debió ser trasladado enfrente para emplazar el monumento en honor a Eva Perón.
María Eva Duarte de Perón fue una de las mujeres más influyentes de la historia argentina y una abanderada de los más humildes y olvidados. Nació el 7 de mayo de 1919 en los Toldos, a 300 km de Buenos Aires. A los 15 años viaja a la capital a probar suerte con su verdadera pasión que era la actuación. Logra actuar en radioteatros, teatro y cine.
En enero de 1944, su vida da un giro al conocer al General Juan Domingo Perón en un acto por los damnificados del terremoto de San Juan. Se enamoran y se casan en 1945. Se convierte en Primera dama durante la presidencia de Perón y comienza a ocupar un lugar muy destacado en la política argentina. Sus mayores logros fueron el voto femenino y la creación del Partido Peronista Femenino y la Fundación Eva Perón. Falleció de cáncer el 26 de julio de 1952 y se convirtió en un mito. Tan odiada como amada, es un verdadero símbolo y leyenda nacional, que inspiró canciones, películas, poemas y siempre perdurará en el recuerdo de los argentinos.
El monumento a Evita se inauguró en diciembre de 1999. Está realizado en bronce con pedestal de granito por el escultor argentino Ricardo Gianetti. Representa a Evita en actitud de avance y sobre su base se lee: “Supo dignificar a la mujer, dar protección a la infancia y amparar la ancianidad, renunciando a los honores”.
Se eligió este lugar porque aquí estuvo, hasta el derrocamiento de Perón en 1955, el lugar donde vivió y murió Eva. El Palacio Unzué o Quinta Unzué era la residencia presidencial durante la presidencia de Perón (1946 a 1955). En el mismo predio, se construyó en los años 90, la Biblioteca Nacional.
Biblioteca Nacional
La Biblioteca Mariano Moreno, comúnmente llamada Biblioteca Nacional, se creó en 1810. Funcionó en varios lugares como el Cabildo y la Manzana de las Luces. Para comienzos del siglo XX se trasladó a la calle México del casco histórico de Buenos Aires y en 1992 se inauguró este edificio en Recoleta. Tuvo directores muy importantes como Mariano Moreno, quien le da el nombre, Paul Groussac, escritor de origen francés, el célebre Jorge Luis Borges y el escritor José Mármol. Una característica singular es que estos tres últimos directores fueron los tres directores ciegos.
El edificio actual comenzó su construcción por los años 60. Las obras fueron suspendidas y recién en los años 90 se retoma la construcción. Su arquitecto, Clorindo Testa, la realizó en estilo brutalista y hormigón. Al excavar el terreno donde se emplazaba el Palacio Unzué, descubrieron los restos de un gliptodonte debajo de un antiguo gomero, a 3 metros de profundidad. A partir del hallazgo, Clorindo Testa diseña un gliptodonte hecho en hormigón, con columnas que representan las 4 patas que sostienen una estructura análoga al cuerpo del mamífero, creando así el edificio. “Un gliptodonte reemplaza a otro” pronunció el arquitecto en la inauguración en 1992.
La Plaza del Lector
Detrás del monumental edificio de la Biblioteca Nacional, se puede visitar una pequeña pero hermosa plazoleta: la plaza del lector. Fue inaugurada en 1998 por iniciativa de la Biblioteca Nacional en un terreno baldío que había quedado de la expropiación de los terrenos al construir la Biblioteca. La idea original de la plaza era que los lectores pudieran leer libros de la Biblioteca al aire libre. Estaba dotada de música funcional y tenía un stand con libros y revistas que se podían pedir dejando el documento.
La isla de Recoleta
Este sector del Bajo Recoleta se denomina comúnmente La Isla y abarca la zona de la Biblioteca hasta las avenidas Las Heras y Pueyrredón. Caminando por el lugar, verás exclusivas residencias del tipo petit-hotel, edificios de alta categoría y pasajes con escalinatas y monumentos. Es un pedacito de París en Buenos Aires y aquí nos damos cuenta porque a la ciudad se la suele llamar la París de Sudamérica.
Plaza Mitre
La plaza Mitre con su barranca y elegantes residencias, forma parte de la isla parisina de Recoleta. La más espectacular es la Embajada de Gran Bretaña. Es el punto más alto del recorrido por el Bajo Recoleta y desde ahí se visualiza ATC y los espacios verdes que ya recorrimos.
La plaza debe su nombre al militar y político argentino Bartolomé Mitre, cuyo imponente monumento ecuestre corona la plaza. Obra de los escultores David Calandra y Eduardo Rubino, se inauguró en 1927 y muestra a Mitre en una figura de bronce sobre un basamento de granito rojo. Rodeando la estatua, hay grupos alegóricos de esculturas en mármol de Carrara.
Bartolomé Mitre fue político, militar, historiador, escritor y estadista argentino. Fue gobernador de la provincia de Buenos Aires en 1862 y Presidente de la Nación entre 1862 y 1868. Fundó el diario La Nación, que aún existe.
La plaza tiene otros bellos monumentos en honor al poeta libanés Khalil Gibran, al médico Luis Agote y al político y orador inglés George Canning.
Plaza Francia
Al lado de la plaza Mitre, encontramos la Plaza Francia, un bello espacio verde diseñado por el paisajista Carlos Thays. La plaza debe su nombre a un monumento llamado “Francia a la Argentina”, regalo de Francia por el centenario de la Revolución de Mayo. Es una obra del escultor francés Edmont Peynot y se inauguró en 1910. Tiene unas esculturas en mármol de carrara que representan la ciencia, la industria, la agricultura y las artes. Los bajorrelieves en bronce evocan momentos importantes de la historia de ambos países. Para Argentina, la “Primera Junta de Gobierno criollo” y “El Cruce de los Andes”. Para Francia, “La Toma de la Bastilla” y “La Declaración de la Independencia”. Coronando el monumento, dos figuras femeninas representan a ambas naciones guiadas por un ángel.
Esta es la verdadera plaza Francia. Del otro lado de la avenida Pueyrredón, está la plaza Alvear (donde está la Iglesia del Pilar y el Cementerio de la Recoleta) que es erróneamente conocida como Plaza Francia. La confusión surge a raíz de una feria artesanal que en los años 60 estaba en la plaza Francia. La feria se trasladó a la plaza Alvear y la gente siguió llamándola Feria de Plaza Francia y así se confundieron los nombres de las plazas.
Museo Nacional de Bellas Artes
Frente a la plaza Francia, cruzamos la avenida del Libertador para visitar el Museo Nacional de Bellas Artes, el museo más importante de Buenos Aires.
Es un museo que tiene más de 120 años de historia. Fue creado en 1896 y su primera sede fueron las galerías Bon Marché (hoy Galerías Pacífico). Desde su creación, se planteó como un lugar destinado a albergar arte internacional de todos los períodos históricos y a promover el incipiente arte argentino. Para 1911, luego del Centenario de la Revolución de Mayo, se inauguró la segunda sede del Bellas Artes: el Pabellón Argentino, una estructura monumental que se había construido para la Exposición Universal de París de 1889 y que fue instalada en la Plaza San Martín (hoy demolido).
En 1933, el Museo se trasladó a su edificio actual ubicado en la Av. del Libertador 1473 en el Bajo Recoleta. El edificio era originalmente la Casa de Bombas, donde se filtraba el agua que luego se enviaba al Palacio de Aguas Corrientes para abastecer a la ciudad. El Museo ocupó el edificio luego de ser remodelado por Alejandro Bustillo en 1932.
El Museo de Bellas Artes posee una importante colección de 12 mil obras de diferentes períodos artísticos internacionales y un gran panorama de arte argentino y latinoamericano.
Puente Figueroa Alcorta
Terminamos nuestro recorrido por el Bajo Recoleta subiendo al Puente que atraviesa la avenida Figueroa Alcorta que es un verdadero punto panorámico de la ciudad. Desde ahí se divisan las escalinatas de la Facultad de Derecho, el ex centro cultural de exposiciones y la espectacular Floraris Genérica, donde comenzamos nuestro circuito por este elegante barrio.
Esperamos que nuestro recorrido por el bajo Recoleta te haya gustado y puedas usarlo como guía para recorrer esta bella parte de Buenos Aires.