Qué ver en Sarajevo, un día recorriendo la capital de Bosnia y Herzegovina, una ciudad marcada por la historia y la diversidad. Es conocida como la “Jerusalén de Europa” por la convivencia de mezquitas, iglesias católicas, ortodoxas y sinagogas en apenas unas calles. Caminar por ella es descubrir un mosaico de culturas, sabores y recuerdos de un pasado turbulento que hoy se entrelazan con la vitalidad de una ciudad que mira al futuro.
Sarajevo está ubicada en un valle rodeado de montañas y atravesada por el río Miljacka, que le da un aire pintoresco. Combina influencias otomanas, austrohúngaras y balcánicas en su arquitectura y cultura. Sarajevo ha sido escenario de eventos históricos de gran impacto mundial, como el asesinato del archiduque Francisco Fernando en 1914, que desencadenó la Primera Guerra Mundial. Por otro lado, el prolongado asedio durante la guerra de Bosnia en los años 90. Hoy se presenta como una urbe resiliente, donde la historia convive con la vida cotidiana y un ambiente multicultural único.
Te contamos qué ver en Sarajevo, la mejor guía para recorrer la ciudad en un día.
El río Miljacka y el Ayuntamiento
La visita comienza junto al río Miljacka, que atraviesa la ciudad y regala postales pintorescas desde sus puentes. En la orilla destaca el Ayuntamiento, un imponente edificio austrohúngaro que impresiona por su arquitectura y que marca la entrada al casco histórico.
Bascarsija, el corazón otomano
El alma de Sarajevo se encuentra en Bascarsija, el barrio turco. Su calle más emblemática es Bravadžiluk, una peatonal donde se alinean tiendas, bazares y restaurantes tradicionales. Aquí hay que probar el plato estrella: el cevapi, pequeños kebabs de carne servidos con pan plano y cebolla.
En la Plaza de la Paloma se alza la famosa fuente Sebilj, símbolo de la ciudad. Una tradición popular dice que quien bebe de su agua regresará algún día a Sarajevo.
Mezquita Gazi Husrev-beg y la torre del reloj
Entre los tesoros arquitectónicos sobresale la Mezquita Gazi Husrev-beg, una de las más bellas de los Balcanes. Justo al lado se encuentra la torre del reloj, con un mecanismo único que marca la hora lunar según el calendario musulmán.
La calle Ferhadija y el encuentro de culturas
Al salir de Bascarsija, la calle Ferhadija se abre como arteria comercial donde conviven tiendas modernas con cafés tradicionales. Lo más fascinante de esta zona es el “encuentro de culturas”: en apenas unos metros se alzan la Catedral del Corazón de Jesús, la iglesia ortodoxa de la Natividad de la Madre de Dios y la Sinagoga, mostrando cómo diferentes religiones comparten espacio en armonía.
Memoria reciente: museos y memoriales
Sarajevo también invita a reflexionar sobre su historia más dura. La Galería 11/07/95 conmueve con una exposición dedicada a la masacre de Srebrenica. Enfrente, el Museo de Crímenes contra la Humanidad y Genocidio 1992-1995 ofrece un recorrido impactante por los años de guerra.
Seguimos caminando y llegamos a la Plaza de la Liberación donde se encuentra el memorial de la llama eterna (Vječna vatra). Es un homenaje a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial que arde de manera ininterrumpida como símbolo de resistencia y memoria.
Mercados y vida local
Para experimentar el pulso cotidiano, nada mejor que perderse por el mercado de productos frescos de Pijaca Markale, muy cerca de la Catedral del Corazón de Jesús. Allí se mezclan aromas, colores y conversaciones en un ambiente auténtico. El lugar ideal para captar el ritmo diario de la ciudad.
Puentes y huellas de la historia
Un paseo ideal es caminar por el borde del río e ir descubriendo los puentes más emblemáticos de la ciudad. El río Miljacka regala rincones cargados de simbolismo. El puente Festina Lente, moderno y con diseño en espiral, contrasta con el histórico Puente Latino, donde en 1914 Gavrilo Princip asesinó al archiduque Francisco Fernando de Austria, hecho que desencadenó la Primera Guerra Mundial. Frente al puente, el Museo de Sarajevo 1878-1918 profundiza en aquel acontecimiento que cambió el rumbo del siglo XX. Seguimos caminando hasta el Puente del Emperador (Careva Most).
El Túnel de la Esperanza
Un lugar imprescindible es el Túnel de la Esperanza, excavado durante el asedio de Sarajevo en los años 90. Este pasadizo permitió la entrada de víveres y la evacuación de civiles. Está más alejado del centro pero vale la pena visitarlo como un espacio de memoria y homenaje al espíritu de supervivencia de la ciudad.
Atardecer en el Bastión Amarillo
Para terminar el día, nada supera subir al Bastión Amarillo. Al caer la tarde, es un imprescindible de nuestra guía de qué ver en Sarajevo. Desde este antiguo punto defensivo, la vista de la ciudad iluminada por el sol poniente es inolvidable: minaretes, campanarios y tejados se funden en una panorámica que refleja la mezcla única de esta ciudad.