El Palacio Barolo es uno de los edificios más emblemáticos y misteriosos de Buenos Aires. Ubicado en la histórica Avenida de Mayo, se levanta orgulloso desde 1923 con su arquitectura ecléctica.
El Palacio Barolo hace referencia y homenaje a la Divina Comedia de Dante Alighieri y presenta un estilo único de arquitectita ecléctica. Mezcla de neorromántico, neogótico y hasta la cúpula se inspira en un palacio indio de la región de Bhubaneshwar, el templo Rajarani. Por eso este Palacio es único. A pasos del Congreso Nacional, es una visita ineludible en tu viaje a Buenos Aires.
Cómo se construyó el Barolo
La construcción del edificio tardó 4 años. Se comenzó a construir en 1919 y se inauguró en 1923. Lo mandó a construir Luis Barolo, un italiano que llegó a Buenos Aires en 1890. Barolo se dedicó a la industria textil y fue el primero en traer máquinas para hilar el algodón. Al poco tiempo, conoció al arquitecto Mario Palanti, también italiano. Luego de varias charlas, deciden llevar a cabo este emprendimiento tan singular: un edificio inspirado en la Divina Comedia, la obra cumbre de la literatura italiana. Este poema épico fue escrito por Dante Alighieri en el siglo XIV, entre los años 1304 y 1321. Narra el recorrido del personaje, Dante, a través del infierno, el purgatorio y el paraíso donde lo recibe Beatrice, su amada.
El palacio hace referencia al obra de Dante: tiene en total 100 metros de alto, porque hace referencia a los 100 cantos que tiene la Divina Comedia. Tiene 22 pisos porque las historias en la Divina Comedia fueron contadas en 22 estrofas. Cada estrofa mide aproximadamente 11 sílabas, entonces en la fachada del edificio se pueden ver 11 ventanas por piso. Y también la ubicación donde está el edificio tiene mucho que ver: está en Avenida de Mayo al 1300 y la Divina Comedia se escribió entre el 1303 y 1321. Todos los números del poema están representados en la construcción del Palacio.
Este edificio fue el edificio más grande del país entre el 1923 y 1935 cuando se inaugura el Kavanagh en la Plaza San Martín de Retiro. Barolo debió invertir una gran suma de dinero para autorizar esta construcción por que en los años 20 los edificios no podían superar los 50 metros de altura y este proyecto lo iba a duplicar. Por lo tanto Barolo paga su impuesto a la Municipalidad de Buenos Aires. La obra fue bastante controversial porque los vecinos se enojaron mucho en la época.
Todos los materiales, mármoles de carrara, puertas, ventanas, vidrios, hierro, vitraux, los ascensores, el faro, todos fueron traídos de Europa. El costo fue de 8 millones de dólares, mucho dinero en ese momento, pero era el gran sueño de Barolo.
Lamentablemente meses antes de la inauguración del Palacio, Barolo muere, así que nunca llegó a usar sus oficinas. Meses después muere su esposa y su única hija había sido desheredada porque había quedado embarazada soltera, muy mal visto para la época. Quienes mantuvieron el palacio hasta los años 50 fueron sus socios y después de ese año, comenzaron a vender todas las oficinas. Hoy el edificio es un consorcio de 260 oficinas, cada una de ellas ocupadas por sus dueños directos o alquiladas a terceros.
El Infierno (planta baja y subsuelos)
Al igual que el poema, el edificio está dividido en tres partes: el infierno, el purgatorio y el paraíso. Los dos subsuelos que tiene el palacio más el pasaje de planta baja donde se comienza la visita, representan el infierno. Al ingresar al edificio, vemos en el piso una especie de ventanas redondas en vidrio con decoración de flores. Representan el fuego del infierno. Cuando hay eventos en el Palacio se encienden unas luces fuertes que sobresalen por ese vidrio y simbolizan el fuego. Si observamos las paredes, las esquinas de las columnas están ornamentadas con bestias. En las lámparas hay dragones y en las esquinas serpientes.
Los subsuelos son dos. El primero es moderno, nada que ver con el edificio. Se usa para eventos y exposiciones. El segundo es un depósito.
Oficinas y Mausoleo de Dante Alighieri
Este edificio que llamamos Palacio, se concibió como un edificio de oficinas, aquí nunca vivió nadie. Actualmente hay 260 oficinas. 700 personas trabajan de lunes a viernes entre abogados, arquitectos, ingenieros, diseñadores, psicólogos, contadores y administrativos. Hay agencias de turismo, escuelas de arte, escuelas de idiomas, etc.
Hoy se puede visitar una oficina convertida en museo para rememorar como eran las oficinas del Barolo en los años 20. Se ven objetos, muebles y accesorios de la época.
Este palacio fue construido también para ser el Mausoleo de Dante Alighieri. Tanto Barolo como Palanti eran fervientes admiradores del poeta. En 1921 se cumplían los 600 años de la muerte de Dante y la comunidad italiana que vivía en la ciudad quería mandar a pedir las cenizas del Dante para que descansaran acá. Para este proyecto, el arquitecto diseñó una escultura muy parecida a la que vemos en el pasillo de entrada, bautizada La Ascensión. Se ve un cóndor y al Dante que está siendo elevado desde el infierno hacia el cielo.
Las cenizas nunca vinieron a la Argentina, se encuentran en la ciudad de Ravena, en Italia. Otra forma de homenajear a la cultura italiana es a través de su bandera. El piso está decorado con los colores de la bandera italiana: rojo, verde y blanco.
Simbología masónica
Además de encontrar simbolismos de la Divina Comedia, vamos a apreciar símbolos masónicos, ya que tanto Luis Barolo como Mario Palanti pertenecían a la masonería. En el piso frente a los ascensores se ve la forma de damero de ajedrez que representa la dualidad entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad.
En el ascensor, se ve la letra A que está decorada con los símbolos de la masonería, el compás y la escuadra. El compás es el símbolo de los aprendices y la escuadra el símbolo de los maestros. La aguja que muestra los pisos es una flor de lis, otro símbolo masónico.
En el piso se ven cuadrados superpuestos en el piso, simbolizan la ascensión y el movimiento. Las cadenas verdes simbolizan la hermandad y todo dentro del palacio es circular: las ventanas, los balcones, el ascensor, las terminaciones de las puertas. El círculo dentro de la masonería significa la perfección.
Si dividimos el número de pisos, 22, con el número de ascensores que son 7, nos da como resultado 3, 14, número Pi que se utiliza para las circunferencias.
Frente al ascensor, hay una placa de mármol que muestra la cantidad original de oficinas que se construyeron. Ahí dice que había 398. El palacio tuvo 400, pero hoy hay sólo 260. En la placa no aparecen el primer y segundo piso porque esos pisos se los reservó Barolo para él. Tampoco aparecen en el ascensor.
Purgatorio
Según el Dante, el purgatorio es una montaña de 7 cornisas. Cada una de estas representa un pecado capital: soberbia, envidia, gula, ira, lujuria, pereza y avaricia. El purgatorio se encuentra desde el piso número 1 hasta el piso 14. O sea que cada dos pisos se representa un pecado capital. Los pecados no se representaron con decoración. Palanti lo que hizo fue representar el proceso de purificación. Esto es que a medida que vamos subiendo, el Palacio va perdiendo toda la decoración pero va ganando más luz natural. Hay que dejar lo material porque según el Dante, en el purgatorio se limpia el alma de los 7 pecados capitales.
El paraíso
En el piso 14 se termina el purgatorio y también los ascensores. Seguimos subiendo para llegar al paraíso. Según el Dante, el paraíso, es un lugar terrenal y para llegar a él, hay que atravesar varios cielos. En la parte final de la Divina Comedia él se encuentra con la luz divina que está representada por el faro en el piso 22.
Esta cúpula que se recorre a partir de ahora es una de las cúpulas mas extrañas que tiene la ciudad porque está inspirada en un templo hindú del siglo XII.
Dante recorre cielo a cielo acompañado por una mujer, Beatrice, de quien en la vida real estaba profundamente enamorado, pero ella nunca le dio una posibilidad. Beatriz muere unos meses antes de que Dante describa el paraíso así que no sólo fue su amor imposible sino su gran inspiración. Lo que hizo el arquitecto Palanti fue representar este amor platónico entre Dante y Beatrice en esta cúpula. La cúpula se inspiró en el templo Rajarani de la India que es un templo dedicado a las deidades del amor.
La cúpula es austera, no tiene frescos ni pinturas pero tiene vista increíble. Son 6 pisos por escalera hasta el piso 20, a través de una escalera muy angosta con descansos en cada piso. Al llegar al piso 20, tenemos balcones redondos para observar las vistas espectaculares de la ciudad.
Faro
Para acceder al faro, hay que subir dos pisos más hasta el piso 22 por una escalera también angosta. Sólo entran 6 o 7 personas, no más ya que es un espacio reducido.
El faro se construyó con la idea de iluminar y dar la bienvenida a todos los barcos que llegaban a Buenos Aires. En el año 40, el puerto de Buenos Aires le pide al Palacio Barolo que apague las luces del faro porque podía producir accidentes, ya que normalmente los faros están en el puerto o en la costa y no a 40 cuadras como en este caso. Por lo tanto, durante casi 70 años el faro no funcionó hasta que en 2010 se restauró con motivo del Bicentenario de la Revolución de Mayo. Desde esa fecha, se enciende todos los días automáticamente a las 22 horas durante unos 20 minutos.
En cuanto a su gemelo en Montevideo, el Palacio Salvo la historia cuenta que Palanti llevó el mismo plano a Uruguay. Conoce a la familia Salvo y proyecta el mismo edificio pero para que sea un hotel. Se dice que Palanti quería unir ambos palacios a través de este puente de luz. Pero la tierra es redonda y ese choque de luz nunca se llegó a concretar, además Montevideo se ubica a 200 kilómetros, muy lejos para hacerlo posible.
Luego de conocer el faro y llegar a los 100 metros de altura, volvemos a bajar al infierno para terminar el recorrido.
Para reservas: https://www.reservaonline.support/palaciobarolo/index.html