Visitar el Cementerio de Recoleta es una de los atractivos más importantes cuando estás conociendo Buenos Aires. La necrópolis de Recoleta es una joya arquitectónica y está considerado uno de los cementerios más bellos y valiosos del mundo. Su gran patrimonio artístico y arquitectónico merece la visita.
El Cementerio de Recoleta fue inaugurado en 1821 en el terreno de la antigua huerta de los monjes recoletos, de ahí su nombre. En él están enterrados los máximos próceres argentinos y las personalidades más destacadas de la historia argentina.
Es un cementerio pequeño (son sólo 5 hectáreas, comparado con el otro cementerio de Buenos Aires, Chacarita que tiene 25 hectáreas). A pesar de esto, visitar el Cementerio de Recoleta es recorrer un laberinto y si no sabes qué tumbas visitar, te puedes perder las más importantes. Te ayudamos a visitar el cementerio de Recoleta indicándote los mausoleos que no te puedes perder. Al entrar pide un mapa del cementerio en la oficina turística que te permitirá ubicar las siguientes tumbas:
Mausoleo de la familia Alvear
Nada más traspasar la puerta principal de entrada al cementerio, encontramos el Mausoleo de la Familia Alvear. La plaza que rodea el Cementerio y la avenida más importante del barrio llevan el nombre de esta familia tan destacada de la historia de Buenos Aires. Aquí están enterrados Carlos María Alvear, militar y amigo del Libertador José de San Martín. Fue quien lo trajo a Buenos Aires y lo presentó en la sociedad porteña. Su hijo, Torcuato de Alvear fue el primer intendente que tuvo la ciudad, el ideólogo de la Avenida de Mayo y el que contrató a Juan Antonio Buschiazzo para que remodelara el cementerio de Recoleta en 1881. El hijo de Torcuato, Marcelo Torcuato de Alvear, cuyos restos también yacen aquí, tiene su propia calle y fue presidente de la Nación. Su gran amor y esposa, Regina Pacini, cantante de ópera también está enterrada en este mausoleo.
La Bóveda más visitada: Eva Perón
La tumba que no te puedes perder cuando se trata de visitar el Cementerio de Recoleta. En un pasillo estrecho y en una bóveda repleta de flores, yacen los restos de Eva María Duarte, esposa de Juan Domingo Perón y una de las mujeres más famosas y míticas de la historia argentina.
Amada y odiada por igual, fue la abanderada de los pobres. Como primera dama creó la fundación Eva Perón para ayudar a los más necesitados e impulsó la promulgación la ley de voto femenino. Falleció en 1952 a los 33 años debido a un cáncer de útero. Su cuerpo fue embalsamado pero luego secuestrado y desaparecido durante 16 años. Estuvo en una tumba clandestina en Milán, luego fue entregado a Perón en Madrid y en el año 1974 volvió a la Argentina. En un principio estuvo en la quinta presidencial de Olivos hasta ser entregado en 1976 a la familia Duarte. Desde ese momento está en el cementerio de Recoleta.
Rincón Sanmartiniano
Si bien el Libertador General San Martín no se encuentra enterrado en Recoleta sino en la Catedral, hay en el cementerio un rincón sanmartiniano.
Se puede visitar la Bóveda de Remedios de Escalada, la esposa de San Martín. Él con 34 años, ella sólo 15 se casaron en 1812 . San Martín va a ser gobernador de Cuyo y es ahí donde ella juega un papel importante en la historia. Junto a las damas mendocinas patricias, junta dinero y joyas para conseguir el armamento del ejército de los Andes. Remedios muere de tuberculosis a los 26 años, en Buenos Aires y lejos de su esposo. San Martín recién viene al cementerio en febrero de 1824, seis meses después de la muerte y coloca la lápida dedicada a su “esposa y amiga” Remedios de Escalada.
Hasta 1998 estuvieron aquí los restos de los padres de San Martín, don Juan de San Martín y Gregoria Matorras. La urna con las cenizas se retiró en 1998 y se envió a Yapeyú, Corrientes, su ciudad natal. Por lo tanto, ahora es un cenotafio, es decir una urna vacía sin restos humanos. Se puede ver una réplica de la bandera del ejército de los Andes.
Bóveda de Juan Manuel de Rosas
Esta gran bóveda de granito pulido gris guarda los restos de una de las personalidades más importantes de la historia argentina. Militar, estanciero y político, fue dos veces gobernador de Buenos Aires (entre 1829 y 1832 y entre 1835 y 1852). Asume con las facultades extraordinarias y la suma del poder público. Rosas es derrocado y se exilia en Inglaterra, donde falleció en 1877 a las 83 años. En su testamento dejó escrito que quería descansar junto a su esposa. 120 años después se repatrian sus restos aquí. Se ubica al lado de su esposa, Encarnación Escurra y rodeado por una bandera.
Las Damas de blanco
Uno de los atractivos imperdibles al visitar el Cementerio de Recoleta es conocer las historias de las damas de blanco. Según la leyenda, el fantasma de estas mujeres vestidas de blanco deambulan por las calles de la necrópolis de Recoleta. Se trata de Luz María García Velloso y Rufina Cambaceres, ambas historias son un misterio y tienen un monumento que las recuerda..
Luz María murió de leucemia los 15 años. Una noche, un joven vio una dama vestida de blanco que lloraba muy cerca del cementerio. La levantó y le puso su saco. Fueron a tomar un café. Él se enamoró y la quiso besar pero ella salió corriendo y su figura se desvaneció en la entrada del cementerio. El joven le explicó la historia al guardia quien lo condujo a la tumba de Luz María donde se encontraba su saco.
Rufina Cambaceres era una dama de la alta sociedad porteña. En su cumpleaños número 19 la encontraron muerta en su habitación. La enterraron pero al otro dia el guardia encontró el cajón movido de lugar. Lo abrieron y estaba todo rajuñado por Rufina. Había sufrido un ataque de catalepsia y se había despertado posteriormente en su tumba.
Guillermo Brown
Guillermo Brown fue un almirante naval irlandés que llega a Buenos Aires en 1812. Fue uno de los próceres de la independencia, comparable con San Martín, pero del agua.
La tumba tiene una base y una columna pintada de verde (color verde por bandera de Irlanda) que está rematada por un barco. Aquí también se guardan las cenizas de su hija Elisa Brown. Ambas urnas se realizaron con bronce fundido de los cañones de sus barcos.
Elisa Brown muere antes que su padre. El Almirante tenía un comandante que se llamaba Drumont, quien conoce a Elisa y se enamoran. Ponen fecha de casamiento pero nunca puso realizarse. En febrero de 1827, el comandante Drumont sale con Brown a la guerra con Brasil, donde es herido de muerte.
Brown lo ve morir, vuelve y le cuenta la triste noticia a su hija. Se iban a casar ese año y Elisa estaba bordando su vestido. La leyenda dice que el 27 de diciembre, fecha programada de la boda, Elisa se puso su vestido de novia y se suicidó adentrándose en las aguas del Río de la Plata.
Mausoleo Dorrego Ortiz Basualdo
Es uno de los mausoleos más llamativos que conoceremos al visitar el Cementerio de Recoleta. Parece una capilla más que un enterratorio. Tiene un altar y alberga los restos de la familia Dorrego Ortiz Basualdo. Una familia de poderosos terratenientes y conservadores de fines del 1800. Normalmente estas familias se enterraban en las iglesias hasta la ley de Rivadavia de 1821. Es por eso que la familia decide construirse su propia capilla en el cementerio. El arquitecto fue un francés, Dubois, y es de estilo ecléctico. La reja de entrada es art Nouveau con sus curvas y flores. Se nota el estilo gótico en el rosetón y las ventanas que apuntan al cielo. También renacentista en los arcos de medio punto. La escultura de una figura femenina es de un escultor italiano, Giovani Batista Vila, que enciende las velas del candelabro.
Federico Leloir
La bóveda de la familia Leloir es una de las más lujosas y suntuosas del cementerio. El mausoleo tiene una base de granito pulido con columnas y una cúpula de bronce que hace de luminaria a la capilla en el interior del mausoleo. Tiene una cúpula en la parte superior donde se ve un cristo realizado en teselas de oro de 18 quilates. Por eso es el mausoleo más caro de Recoleta.
Federico Leloir nació en 1906 en Francia y vino a la Argentina a los 2 años. Se recibió de médico en 1932 y en 1870 ganó un premio nobel de química. Descubrió el “camino de Leloir”, o como el organismo de los humanos y los animales utiliza el azúcar que consume para guardarlo en forma de energía e irlo utilizando a lo largo del día. Falleció en 1987 y fue enterrado en el mausoleo de su familia.
Bóveda de José C. Paz
José C. Paz fue un estanciero, periodista y político argentino, destacada personalidad de la generación del 80. Fundó el diario La Prensa y mandó contruir el Palacio paz, en la Plaza San Martín. Fue la residencia más grande y más lujosa que tuvo Buenos Aires. Hoy pertenece al Círculo Militar.
Su hijo falleció y él mando a hacer este mausoleo, uno de los más bellos de Recoleta. Sus esculturas son impresionantes: dos ángeles indican hacia arriba donde se ve una mujer doliente de gran expresividad, con su mano colgando. Arriba un ángel alado que significa que los muertos continúan su vida en el cielo.
Domingo Faustino Sarmiento
Domingo Faustino Sarmiento fue político, escritor, maestro, periodista y militar argentino. Fue Ministro, Senador , Gobernador y Presidente de la Nación entre 1868 y 1874. Su labor generó muchos cambios sociales y ambientales. Creó el parque Tres de Febrero, el zoológico, el cementerio de Chacarita. Fue uno de los precursores de la educación publica y de las bibliotecas. Trajo maestras de Estados Unidos, trajo al gran paisajista Carlos Thays creador de tantos espacios públicos en Buenos Aires. Durante su mandato se dieron dos epidemias en 1868 la de cólera y en 1871 la de la fiebre amarilla. Por eso el dio gran impulso a la creación de parques verdes, la ventilación y el higienismo.
Fallece en 1888. Su mausoleo tiene una base rectangular de granito con un obelisco y un cóndor en la parte superior. Es una alegoría de su monumentalidad e importancia que tuvo su figura para la historia argentina.