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Catedral Metropolitana de Buenos Aires: qué ver

Catedral Metropolitana

Catedral Metropolitana de Buenos Aires, varios siglos de historia

Visite la Catedral Metropolitana de Buenos Aires. Lo sorprenderá apenas llegue a uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires: la Plaza de Mayo.la histórica Plaza. A simple vista, parece más un templo griego que una iglesia católica. Pero su historia e importancia se remontan a más de 400 años atrás.

La Catedral Metropolitana es un símbolo de la ciudad y vale la pena visitarla. Conozca el mausoleo de uno de los héroes americanos más importantes de la historia, José de San Martín y visite el museo del Papa Francisco.

La “llama de la argentinidad” es una llama votiva que está siempre encendida en la fachada de la catedral. Nos recuerda que ahí descansan los restos del gran libertador de Argentina, Chile y Perú, José de San Martín y también la tumba del soldado desconocido.

Más de 4 siglos de historia

La historia de la Catedral se remonta a la época de fundación de la ciudad. En 1580 Juan de Garay funda Buenos Aires y asigna un solar frente a la antigua Plaza de armas (hoy Plaza de Mayo) para la iglesia mayor. El primer edificio fue de adobe y paja.

La Catedral guarda una larga historia de sinsabores en su construcción. Los derrumbes, la erosión, la falta de materiales y mano de obra y la carencia de fondos hicieron que se construyeran varios edificios a lo largo de los siglos. El edificio actual es la sexta construcción que se realizó en este lugar.

En el siglo XVII se la elige como Catedral y se reconstruye en ladrillo. Se demolió este edificio también y recién en 1727 se construyó un nuevo templo bajo la dirección del arquitecto Bianchi de la Compañía de Jesús.

En 1755, el arquitecto Antonio Masella, autor de varias iglesias de Buenos Aires, sienta las bases del edificio actual. La construcción se demora por falta de fondos y otras cuestiones relativas al estado de edificio. Esto hace que la iglesia permanezca cerrada varios años a fines del 1700. Recién en 1821, el gobernador Martín Rodríguez con su ministro Bernardino Rivadavia dispone la finalización de las obras. Ahí le da al frente de la fachada un estilo neoclásico. Intervienen los arquitectos Próspero Catelin y Pierre Benoit, ambos franceses.

En 1877 el arquitecto sueco Enrique Alberg reformó una nave lateral para dar lugar al mausoleo del general José de San Martín, obra del escultor Albert Ernest Carrier-Belleuse. En 1842 es declarada Monumento Histórico Nacional.

¿Porqué la Catedral parece un templo griego?

El proyecto del pórtico de la Catedral Metropolitana generó muchas discusiones y controversias en su momento. En los comienzos del siglo XVIII, la Catedral era un problema. El antiguo edificio se había derrumbado en 1752, la reconstrucción de Masella no se terminó y el edificio presentaba un estado ruinoso. Rivadavia fue quien dio la orden de construir este tipo de pórtico. Se piensa que tiene mucho que ver con la reforma religiosa que él llevo a cabo en 1822. Esta reforma estableció la sujeción de la iglesia la Estado, le restó mucho poder y confiscó sus propiedades.

En este marco, el poder ejecutivo se hace cargo de la obra sin aceptar sugerencias del cuerpo religioso. Deciden construir un pórtico que más que un templo religioso era un monumento de gratitud a la divina providencia por las victorias del ejército de la independencia. Es un homenaje a la independencia y tiene poco de litúrgico, no es la típica fachada catedralicia.

Se piensa que Rivadavia se inspiró en dos edificios de París: la iglesia de la Madeleine y el Palacio Bourbon. Si se los observa, ambos tienen muchas similitudes con la Catedral.

Qué ver en la Catedral Metropolitana

La fachada de la catedral cuenta con 12 columnas corintias y un frontispicio con una escena bíblica de José y sus hermanos, cuyo autor es el francés Debourdié. Al traspasar las columnas nos encontramos con la llama votiva y diferentes escudos con leyendas en latín.

Posee una inmensa nave central de 100 metros de largo por 46 de ancho y 14 capillas de estilo neo-renacentista. El piso es mosaico veneciano pero de fabricación inglesa. Data de 1907 y tiene dibujos de flores y de los instrumentos de la pasión, clavos, espinas, etc.

Se destacan al altar de Nuestra Señora de la Paz, imagen traída del Alto Perú en 1751 y la capilla del sagrario o del Santísimo Sacramento. Esta fue construida en 1944 con columnata de granito pulido que recuerda el altar papal de San Pedro en Roma. En la capilla se puede ver la Gran Custodia que se utilizó en las jornadas del Congreso Eucarístico Internacional de 1934. Es un obra de arte en plata de la orfebrería rioplatense.

Mausoleo de San Martín

José de San Martín fallece en 1850 en su casa de Boulogne Sur Mer, en Francia. Tenía 72 años, 26 de exilio y muchos achaques. A pesar de haber pedido expresamente en su testamento que su corazón descanse en Buenos Aires, sus restos tardaron 30 años en volver al país. Su única Mercedes se negó siempre a repatriar los restos de su padre. Se embalsamó su cuerpo y colocó en una cripta en la Catedral de Notre Dame de Boulogne. Pasados 11 años, se lo llevó a la bóveda de su yerno Mariano Balcarce en el cementerio de Brunoy, cerca de París.

En 1875 muere Mercedes y se reanudan las gestiones. Finalmente el cuerpo de San Martín se traslada a Le Havre para embarcarse a Argentina adonde llega el 28 de mayo de 1880. Luego de dos días de misas y responsos, el féretro de San Martín se coloca en la cripta debajo del altar. El mausoleo no estaba aún terminado.

El 1ero de octubre se inauguró el mausoleo como un santuario cívico. Obra del escultor francés Carrier Belleuse, siguió la influencia romántica, neoclásica y de estilo francés. Es un monumento en tres partes coronado por un sarcófago de mármol negro. El cuerpo de San Martín está en 4 ataúdes superpuestos dentro del monumento y en forma transversal ya que el lugar era más pequeño, el autor desconocía las dimensiones y no alcanzó para colocarlo derecho.

El monumento que contiene al Libertador está hecho en mármol rosado, mientras que la base es de mármol rojo de Francia. Lo rodean tres esculturas femeninas, que representan a cada uno de los países que liberó: Argentina, Chile y Perú. Junto al monumento, se hallan las urnas con los restos y los bustos de los generales Juan Gregorio Las Heras y Tomás Guido y los del Soldado Desconocido de la Independencia.

Museo del Papa Francisco

El museo se llama “Cardenal Jorge M. Bergoglio” y está ubicado en un salón a la izquierda de la nave central de la Catedral. Se pueden ver expuestos objetos personales y litúrgicos del ex Arzobispo, el Cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy Papa Francisco.

La Catedral Metropolitana de Buenos Aires fue la sede arzobispal del Cardenal Jorge Mario Bergoglio durante 15 años, desde el año 1998 hasta que fue elegido Papa por el Colegio Cardenalicio en 2013.

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