La Gran Muralla China ha sido elegida en 2007 como una de las nuevas maravillas del mundo moderno. Este coloso de piedra se extiende a través de 7.000 kilómetros desde Corea hasta el desierto de Goi, en la frontera de China con Mongolia.
Construida y reconstruida entre los siglos Va.C. y el siglo XVI para proteger el interior del país de las tribus de Mongolia y Manchuria. Se terminó de construir en 1368, durante la dinasía Ming, aunque se continuó reformando hasta el siglo XVII.
Hoy esta imponente construcción humana fue elegida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y una de las 7 nuevas maravillas del mundo moderno. La leyenda dice que se ve desde la luna, pero nosotros, simples mortales, la podemos visitar desde la tierra.
También hay otras leyendas sobre su construcción. Además del granito, la piedra y el ladrillo, se construyó con los propios huesos de los trabajadores que murieron construyéndola. Se calcula que la quinta parte de la población china participó en su construcción en diferentes épocas.
Cómo visitarla
El mejor lugar para ver la Gran Muralla China es desde Beijing o Pekin, la capital china. La visita a la Gran Muralla es uno de los imperdibles de tu visita a Beijing, junto con la Ciudad Prohibida, la Plaza de Tiananmen, el Palacio de Verano y el Templo del Cielo.
Lo ideal es tomar una excursión con guía en español. Alquilar un coche no es recomendable ya que se necesita una licencia china y mucho valor para consducir en un tránsito caótico. Por otro lado, la comunicación no es fácil en China. El idioma oficial es el mandarín, los carteles están escritos en Chino y pocos hablan inglés. Es recomendable llevar las frases anotadas en un papelito o usar el traductor en el teléfono, sobre todo cuando se quiere tomar un taxi e indicar la dirección.
Las excursiones normales a la Muralla son de medio día, se sale temprano de la ciudad y se regresa aproximadamente a las 4 de la tarde. A una hora de Beijing se encuentra Badaling, una de las puertas donde visitar la muralla. Podrás recorrer gran parte de ella, ver sus torres y atalayas y sacarte la ansiada foto con este gran símbolo de la China.
Hoy este coloso de piedra recibe más de 10 millones de visitantes al año y es el orgullo del gigante asiático. Como decía Mao Zedong, fundador de la República Popular de China, «no se es hombre de verdad hasta que no se trepa a la Gran Muralla»