5 volcanes para conocer en Ecuador

Siempre me siento intrigado cuando veo a personas que viven tan cerca del peligro, como en lugares con frecuencia altísima de terremotos o riesgo de tsunamis. Entiendo que, muchas veces, vivir así es más una cuestión de falta de opción. De todos modos, nada me sorprende más que encontrar gente viviendo cerca de un volcán activo.

En Ecuador, llega a ser un poco difícil escapar de eso. Uno de cada tres ecuatorianos vive cerca de un volcán. Para tener una idea, hay más de 60 cavidades volcánicas esparcidas por el territorio nacional . Once de estos volcanes están en actividad. Algunos se han dormido durante mucho tiempo, y alrededor de ellos se han creado complejos turísticos. Es muy bueno ver de cerca esas formaciones geológicas que no existen en otras regiones.

Pero siempre hay acercarse con respeto. Vaya que la naturaleza sorprende, ¿verdad?

En mi estancia en Ecuador, en febrero, pude ver de cerca y de lejos algunos de los volcanes más interesantes del país. Y con la ayuda de un guía turístico local, Carlos, seleccioné los que más valen la visita. A continuación te las muestro.

1. Cotopaxi

Hay tantos volcanes en Ecuador que tienen una ruta sólo para ellos. Es la avenida de los volcanes, un camino que se extiende por 400 km, a través de la Cordillera de los Andes, y que pasa por ocho volcanes en actividad. Uno de ellos es el Cotopaxi.

Su silueta simétrica y cubierta de nieve es uno de los símbolos del país. El Cotopaxi tiene 5897 metros y es uno de los volcanes activos más altos del mundo. Se encuentra a unos 50 km de Quito, pero se puede ver desde la capital, dependiendo de donde estés.

La última erupción grande del Cotopaxi fue en 1877, pero volvió y se movió, expele unos humos que dejan a todo el mundo en estado de alerta. Como ejemplo, la ciudad de Latacunga, que se encuentra a 25 km de allí, ya fue destruida dos veces por las lavas del vecino.

2. Chimborazo

¿Encontraste la altura del Cotopaxi poca cosa? El Chimborazo es más grande. Con 6310 metros de altura, ya fue considerado el volcán más alto en el mundo. Si pensamos en la distancia entre la cima y el centro de la tierra, es más “alto” que el Everest, porque el formato plano del planeta hace que la superficie esté un poco más lejos del núcleo en la línea del Ecuador.

No hay riesgo de erupción – es un volcán extinto, sin actividad. Pero hay otros obstáculos por el camino. La subida es fría y difícil, con varias grietas, riesgos de avalanchas y otros desafíos que son sólo para quien está bien entrenado.

Quien tenga ganas de subir, puede acceder al volcán por las ciudades de Riobamba o Ambato. Todos los guías avisan: para llegar allá arriba, hay que salir de madrugada. Y aún hay el riesgo de coger un día nublado, lo que puede arruinar un poco la experiencia.

Pero no se deje desalentar por las palabras de un bloguero que no tiene experiencia con montañismo. El Chimborazo es un coloso incomparable, y merece toda su atención.

3. Cayambe

El Cayambe no siempre aparece en las listas de volcanes más importantes de Ecuador. Pero apareció en el top 5 de Carlos, mi guía, y quién soy yo para contradecirlo, ¿verdad? Comparado con el Chimborazo y el Cotopaxi, su silueta no tiene tanta gracia. No es un cono perfecto y parece más para una joroba de camello. Pero escalarlo no es la cosa más fácil del mundo, debido a las tormentas y las avalanchas.

Si embargo, sobran razones que lo hacen interesante. Situado a poco más de 70 km de Quito, el Cayambe está en plena línea de Ecuador, en medio de una reserva ecológica llena de especies endémicas, de bichos y plantas. Por allí también hay sitios arqueológicos donde se pueden visitar templos pre-Incas. Y la ciudad de Otavalo está bastante cerca.

4. Antisana

Otro gigante nevado muy hermoso es el Antisana, uno de los volcanes más cercanos a Quito. Sólo 50 km separan la capital de Ecuador de la montaña. En el camino, pasas por los maravillosos páramos, descampados típicos de la región andina.

El Antisana fue formado por dos volcanes, uno acabó tragando el otro a lo largo de la historia. El acceso es un poco más difícil y con menos estructura que los volcanes anteriores. Su última erupción fue en 1802. Entonces, en cuanto a eso, es hasta relativamente seguro quedarse cerca.

5. Quilotoa

Si el montañismo y la caminata en el hielo no son su estilo, el Quilotoa te agradará más que los otros volcanes de la lista. Esto es porque no necesitas subir a pie – se puede llegar a lo alto en coche, tiene muchas tiendas, restaurantes y otros establecimientos de apoyo en el camino. Y cuando llegues, prepara la cámara.

De allí, se ve un cráter de 250 metros de altura y un lago de tonos increíbles de verde y azul, de tres kilómetros de diámetro. Con tanta belleza, es fácil olvidar que estás delante de un volcán. Cada uno de los miradores te dará un ángulo diferente, y suele haber filas para tomar fotos en los puntos más bonitos.

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